Gotta Have You [G!P] |Lumity|

23.

Saltos temporales porque así lo quiero 💋

Amity.

—Sigo sin entender por qué te hiciste tal atrocidad en el cabello, debiste consultarlo antes conmigo —escuché a mi madre hablar desde el comedor.

Respiré profundamente contando hasta 10 para no explotar y crear un caos antes de las nueve de la mañana.

—Necesitaba un cambio, el verde me había cansado un poco —respondí lo más calmada que podía tomando el jugo del refrigerador—. Me disculpo por no consultarlo antes, pero no lo creí necesario —tomé un vaso para servirme.

—Conoces las reglas —volvió a insistir—. En verdad, dame una razón para no castigarte.

—¿Razón? Bien... Soy mayor de edad, supongo —contesté volviendo a guardar el jugo y caminando ahora al comedor—. Mamá, no tiene nada de malo, tal vez cuando se caiga este tinte vuelva al verde o algo parecido.

—¿Qué te está pasando? Primero llegas tarde a casa y eso se hace tu costumbre, después sales del rugby, te veo con piercings y ahora te tiñes el cabello de otro color ¿Qué sigue?

—Probablemente un tatuaje —murmuré comiendo la fruta de mi plato.

—¡Amity Blight! Te recuerdo que entrarás a una prestigiosa empresa, apariencias como esas solo te dan mala reputación y alejará a tus clientes —ella exclamó dejando caer su mano en la mesa.

—Se me hace tan absurdo eso, mamá —la miré tomando de mi jugo—. Y considero que a este punto de mi vida mi "reputación" está demasiado dañada en esa empresa, ah y ¿Quién lo hizo? Sí, fuiste tú.

—Baja un poco tu tono arrogante —mamá me miró molesta.

—Por favor, déjame tener un maldito desayuno en paz —dije rápidamente soltando el tenedor de mi fruta—, no llevo ni medio plato y ya estás reclamándome ¿Siempre te levantas con ese propósito?

—Es el único momento del día en que puedo hablar contigo, todo el día pasas fuera de casa.

—¿Por qué será? —cuestioné. Mamá se reclinó en su asiento con un suspiro—. Gracias, pero debo irme a la universidad.

—Amity, cuidado y veo que estás cerca de Lilith —guardé la silla y la miré molesta.

—¿Me estás amenazando? Veré a Lilith cuántas veces quiera, porque al menos ella no se la pasa criticándome hasta por la forma de cómo camino. Ella no intenta lastimarme cada que una palabra sale de su boca —tomé mis cosas acomodándolas sobre mi hombro—. No sé lo que pasó entre ustedes, pero que sus problemas no sean los míos.

Caminé a la puerta dejando atrás los gritos de mi madre, contaba los meses para irme de la casa, cada día que pasaba se sentía como una esperanza en todo este camino.

Han pasado solo dos semanas después de la fiesta de Luz y la actitud de mi madre empeoraba cada día, ya ni siquiera mi padre era capaz de contenerla. A veces llegamos a pensar que debería largarse a un psiquiátrico, pero realmente ella siempre es así cuando no tiene el control de la situación.

Y cuando escucho a Lilith o a Eda hablar de mi madre cuando estaban en la universidad, no me queda duda de que ella nunca cambiará y que siempre ha sido así.

—¿Glandus está en Hexside? —cuestioné mientras manejaba hacia la universidad.

—Como escuchaste, están insoportables. Creen que nos ganarán este partido, pero están en mi territorio —Boscha habló por teléfono.