❤MARATÓN NAVIDEÑO 3/3❤
POV DIANE
–Vosotras dos. –dijo Alexandra desde las escaleras con el cuerpo envuelto a una bata y el pelo enmarañado. –¿No se supone que ya deberíais haberos ido?
Espera, ¿qué?
–Hemos tenido algunos inconvenientes. –dijo Selene a regañadientes. –Alguien no está de humor para seguir las reglas.
<< Deberías verte más seguido en el espejo>>.
Cállate. No es el momento.
Dios mío estoy discutiendo conmigo misma. Estoy volviéndome loca.
<<Concuerdo>>.
–Diane ¿me has escuchado? –cuestionó Selene.
–Por supuesto que sí. –espeté.
<<Por supuesto que no.>>
–Bien. Entonces nos vamos antes de que me arrepienta. –asentí sin tener ni idea de a dónde íbamos.
Debí haber escuchado.
<<Debiste>>.
Cruzamos el pasillo y llegamos a la entrada. Selene se puso el abrigo y yo me quedé allí. No sabía que hacer.
–¿No pensarás salir a la calle sin nada puesto con menos dos grados?
–Emm no.
–Ponte esto. –ordenó extendiéndome un abrigo de piel, blanco, de lana por dentro y por fuera; unos guantes beige y un gorro del mismo color que el abrigo. Me lo puse y los guardias nos abrieron la puerta de la entrada.
El frío de Aileon City me invadió completamente las mejillas y la nariz, dejándolas rosadas, pero me daba igual. Era la primera vez en semanas que salía fuera de las cuatro paredes de la mansión y quería disfrutarlo. Exhalé, el aire de mis pulmones que se condensó, causando el vaho.
Selene me miró y me extendió la mano para que la agarrase. Me acerqué a ella y entrelacé su brazo con el mío. Puede que esta sea mi oportunidad para escapar. Al parecer Selene leyó mis pensamientos y agregó:
–Estoy depositando mucha confianza en ti. A la mínima que intentes hacer algo para comunicarte con alguien o escaparte, no serás la única que pague las consecuencias de ello, porque pienso bombardear la central de Calíxico hasta que me quede sin munición –mi piel palideció. Si bombardeaba la central de Calíxico no solo mataría a mis amigos y a soldados, sino que también personas inocentes, civiles, ya que estaba en uno de los edificios más importantes de la ciudad. Provocaría una guerra contra Estados Unidos. Todo por mi culpa. –Aunque eso me costase una guerra. ¿Lo entiendes?
Asentí con miedo e impotencia.
–Quiero palabras, Sladkaya Diana.
–S-sí. Lo entiendo.
–Más te vale. –dijo llevándome dentro de un todo terreno cuatro por cuatro, blanco. Nos subimos al todoterreno, ella conduciendo y yo de copiloto.
Selene arrancó el coche y nos adentramos fuera de la mansión. Observé en el retrovisor y vi que no había más furgonetas detrás nuestra. Miré a Selene con el ceño fruncido.
–¿Y ahora qué te pasa? –preguntó sin despegar la vista de la carretera.
–No vienen tus matones detrás ni delante nuestra.
–Lo sé. A donde vamos no los necesitaremos.
–¿A dónde vamos?
–¿Alguna vez te han dicho que hablas mucho?
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TATUAJES DE SANGRE
Romance¿Qué pasaría si cada persona naciese con un tatuaje en cada brazo? Uno conecta con tu alma gemela y el otro con tu peor enemigo. Nadie sabe cuál te lleva a quien, así que, esperan a que el mundo fluya. Todos menos una persona. Diane Dorian. Esto ti...