POV DIANE
Habían pasado cuatro meses después de la gala. Mi embarazo ya se notaba y eso volvía loca a las hermanas, en especial a la más mayor y ala pequeña, que aunque no lo admitiera en voz alta le alegraba la idea de tener un sobrino.
Me encontraba en mi cuarto vistiéndome para ir al médico. Aún no sabíamos el sexo de nuestro bebé. Si todo salía bien y si el bebé no se movía como en las anteriores ecografías, lo sabríamos hoy.
Bajé y me encontré a Alexandra en la puerta tecleando en su móvil con el ceño fruncido.
–¿Y Selene?
–Ni idea. Me ha dicho que tiene que recoger a alguien, pero no me ha dicho quién. Seguramente sea a Viktoria. Prometió quedarse hasta el final del embarazo. –bufó guardando el móvil y entrelazando mi brazo con el suyo y empezando a caminar. –así tengo tiempo de conocer mejor a mi cuñada.
–¿Tú cuñada?
Alexandra al ver mi confusión rodó los ojos.
–Pues claro, ¿En serio crees que Selene va a dejar que tengas a ese niño sin casarte con ella? Selene es de otra época y aunque no lo parezca cree en el matrimonio.
Estaba tan sumergida con el bebé y en mis paranoias de acabar bajo tierra después del embarazo, que no me había dado cuenta de que podía haber una posibilidad de quedarme aquí.
–No lo había pensado. –murmuré.
–Pues es de lo único que hablan Selene y la abuela. Si vestido para un lado, si flores para otro y bla, bla, bla. –dijo moviendo su mano en un gesto de despreocupación. –aunque no le digas a Selene que te lo he dicho se supone que es una sorpresa.
–Tu secreto está a salvo conmigo. –dije llevándome el índice y el pulgar a los labios, fingiendo cerrar una cremallera.
–¿Qué secreto? –preguntó una voz arrugada desde la entrada.
Ambas pusimos nuestra atención en Viktoria.
Alexandra frunció el ceño.
–¿Qué haces aquí? –preguntó desviando el tema.
–¿Acaso no puedo visitar a mis nietas? –respondió con otra pregunta.
–Sí, pero ¿no venías con Selene? Acaba de salir rumbo al aeropuerto a buscarte.
–Pues sí es así, puede seguir esperando en el aeropuerto, porque no voy a ir a buscarla.
–Pero ¿Qué haces aquí? Es decir, nos encantan tus visitas llenas de buenas noticias, pero no sabríamos que vendrías...
–Querida, –la cortó Viktoria. –no hace falta que intentes quedar bien conmigo, sé de sobra lo que es la ironía. –dijo autoinvitándose al salón y sentándose en el sofá, con la ayuda de su característico bastón con la cabeza de coyote. –he venido para saber el sexo del bebé. Odio enterarme de las últimas en estas cosas y que luego tu tía Tatiana me eche en cara que no me entero de nada y que debería modernizarme.
–Tal vez deberías.
–El nuevo mundo quiere matarme para quedarse con mi herencia no pienso adaptarme a un mundo que me quiere muerta.
–Íbamos a ir ahora. –dije siendo cortés. –Si quieres puedes acompañarnos.
–Oh no, no. –dijo negando con su cabeza, –casi se me sale la cadera al venir aquí, me quedaré cuidando a Maxine. Quiero hablar con ella del chico que no nos contó en la gala y si estamos solas tal vez me dé más información. –rio causando una mueca de horror a Alexandra. –Por cierto ¿Qué nombre le pondréis?
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TATUAJES DE SANGRE
Romance¿Qué pasaría si cada persona naciese con un tatuaje en cada brazo? Uno conecta con tu alma gemela y el otro con tu peor enemigo. Nadie sabe cuál te lleva a quien, así que, esperan a que el mundo fluya. Todos menos una persona. Diane Dorian. Esto ti...