Little Cutie | Carlisle Cullen

05.═══ ¿y si...?

          AHORA TODO PARECÍA irreal, como si fuera una pesadilla que nunca terminaba. Bella se despertaba siempre a media noche, gritando y agonizando como si le hubiesen arrebatado de las manos lo que más quería. Charlie siempre venía a verla, pero sabía que Johaiska estaba ahí al lado para hacerle compañía. La pelirroja la abrazaba en silencio mientras Bella recuperaba la compostura, era difícil, veía como Bella estaba en un estado profundo de depresión, sin amigos, sin novio, solo Charlie, Johaiska no estaba a su lado todo el día como para reconfortarla, iba a su casa a dormir por las noches, no quería volver a su casa, mucho menos a la casa de los Cullen de donde tenía llaves.

Se sentó y se acomodó los lentes de descanso sobre la cabeza. Había una Chuc en el hielo, con cabello negro recogido en un molote, hacía giros casi perfectos, o eso pensaba hasta que cayó. Vió a Dasha, animándola a levantarse y saltar de nuevo, y de nuevo, y de nuevo, y de nuevo. Bufó y prefirió ver las sesiones Jr, sintió a alguien sentarse a su lado y no se molestó en mirar, ya sabía quien era.

—¿Qué haces aquí? —la voz de Dasha le retumbó en los oídos. Volteó los ojos y sopló.

—Vine a ver, ¿tampoco puedo, mamá? —su tono era de molestia—. ¿Esa es tu nueva chica?, pudiste escoger a alguien mejor —se cruzó de brazos y se hundió más en su lugar, aún seguía mirando a los de la clase Jr mientras patinaban y hacían saltos torpes.

—Ella se llama Elizabeth, y está dando todo lo que puede —Dasha se quedó sorprendida cuando Johaiska la miró con cara de odio.

—¿Y yo no te di todo lo que pude?, ¿es por eso que ya no puedo patinar? —escupió con veneno.

—Sabes qué no es por eso Joha.

—Te di todo, te entregué cada parte de mi, te di todo lo que tenía, y aún así no significó nada para ti —se volteó de nuevo y suspiró—. Íbamos a ir a los nacionales —dijo con voz quebrada.

Antes de darle tiempo de contestar, Johaiska se levantó bruscamente del asiento y se dirigió a la salida, limpiándose las lágrimas. Dasha suspiró y agachó la cabeza, le dolía que Johaiska estuviese molesta con ella, a pesar de que solo quería protegerla de hacerse más daño, pero ella no lo veía así, lo veía como un ataque hacia su persona, y sabía que no podía hacer nada para cambiar su pensar.

Caminaba a paso firme, las inyecciones eran más fuertes que las pastillas, le permitían pasar un día entero sin dolores. Subió a su auto y condujo de nuevo hacia el pueblo, más específicamente a la casa de Bella, quien le estaba llamando.

—¿Qué pasa?, voy hacia allá —dijo en el altavoz.

—Papá me quiere enviar a Jacksonville con mamá —la voz de Bella se escuchaba fuerte y clara al otro lado de la línea, soltó un suspiro—. Dice que teme que haga algo.

—¿Algo como qué?

—Suicidio tal vez. Le di la tonta excusa de que saldríamos de compras —Johaiska rió con el comentario de Bella— ¡No te rías!

—Bella, odias ir de compras. Además, ¿no recuerdas la última vez que estuvimos en Port Ángeles?, si no fuera porque Edward apareció mágicamente con sus dones de vampiro no estaríamos aquí.

—Si ya lo sé... —suspiró—. Lo extraño.

—Si..., yo también —pasó a un lado de la secundaria y se detuvo en un semáforo—. Ya casi llego, espera unos cinco minutos.

—Bien, nos vemos —Bella colgó la llamada y Johaiska suspiró mientras se recargaba en la ventana.

Esperó hasta que el semáforo estuvo en verde de nuevo para arrancarse, miró curiosa la pantalla del auto cuando una nueva llamada llegó, de un número no registrado. Sentía una presión en el pecho, ¿y si era él?, no había llamado en meses, desde que le dijo a Dasha que le prohibiera patinar. ¿Y si al fin iba a volver?, ¿y si venía a visitarla?, aceptó la llamada con manos temblorosas y se aclaró la garganta. Del otro lado de la línea se escuchaba una respiración;

—¿Hola? —preguntó la pelirroja.

—Hola, ¿hablo con Catherine Wallock? —al instante sintió una decepción profunda en el pecho y suspiró triste.

—No, número equivocado.

—Gracias —terminó la llamada y suspiró de nuevo.

Se creía tonta e ingenua, sabia que Bella estaba triste por la partida de los Cullen, y que de algún modo se tenía que mantener fuerte para ella, pero no había un solo día en que no pensara en ellos, y en lo que él cáncer no tratado le estaba haciendo a su cuerpo, que cada día parecía más débil y más pequeño, indefenso e incapaz de protegerse a sí misma. Extrañamente tenía la idea de que los Cullen iban a volver, porque eran su familia, o al menos Johaiska los consideraba de esa manera, tenían que volver, ¿verdad?

Miró su registro de llamadas, tenía muchas llamadas suyas hacia Jasson, casi todas estaban sin contestar, y ni se diga de Edward, sabía que no valía la pena intentar llamarlo. Jasson le había dicho que Edward se había separado del Clan, que llamaba de vez en cuando para saber cómo estaban las cosas pero que en realidad quería estar solo y nadie sabía donde estaba ni que estaba haciendo, no le parecía extraño, sabía que él cobrizo era una persona solitaria.

Se estacionó detrás de la camioneta de Bella, y antes de bajar del auto comenzó a toser, se cubrió la boca cuando sintió algo dentro. Se quedó en shock cuando quitó la mano, con sangre en ella, buscó paños desechables en el auto y se limpió la mano, no quería preocupar a Bella, en especial ese día que se suponía que deberían pasar un momento agradable juntas.

Apoyó la cabeza en el volante y suspiró. Las lágrimas comenzaron a caer en sus pantalones, mojando la mezclilla y haciéndola de un color más oscuro. ¿Ahora que iba a hacer?

¡Feliz Año Nuevo!, quiero agradecerles por darle tanto apoyo a esta historia. ¡Ya llegamos a los 100k!, me alegro que les guste lo que escribo, me animan a no dejarlo de lado. Espero que pasen una bonita fecha💗