16.═══ Volturi

3.5K 391 31
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

          ALICE SE DESLIZÓ con ligereza al lado de Edward, manteniendo una postura despreocupada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







          ALICE SE DESLIZÓ con ligereza al lado de Edward, manteniendo una postura despreocupada. No mostraba signos de tensión. Parecía tan diminuta, tan frágil. Sus bracitos colgaban a sus costados como los de una niña. Johaiska divisó a dos hombres cubiertos en capas negras en el callejón donde estaban. Edward estaba semidesnudo y protegía con su cuerpo a Bella, quien estaba en la orilla del callejón, justo donde el sol hacía su aparición.

—No estamos solos —les recordó ella.

Demetri, quién era el mas bajo de los dos vampiros, miró sobre su hombro. A unos pocos metros de allí, en la misma plaza, les observaba una familia de  niñas vestidas de rojo. La madre hablaba en tono apremiante con su marido, con los ojos fijos en ellos. Desvió la mirada hacia otro lado cuando se encontró con la de Demetri. El hombre avanzó unos cuantos pasos más hacia la plaza y dio un golpecito en el hombro de uno de los hombres con chaquetas rojas.

Demetri sacudió la cabeza—. Por favor, Edward, sé razonable —le suplicó.

—Muy bien —accedió Edward—. Ahora nos marcharemos tranquilamente, pero sin que nadie se haga el listo.

Demetri suspiró con frustración—. Al menos, discutamos esto en un sitio más privado.

—No.

Felix, el gran hombre, alto, musculoso y majestuoso, sonrió.—Ya es suficiente.

La voz era aguda, atiplada y procedía de sus espaldas. Johaiska miró por detrás de Edwar para contemplar la llegada de otra forma pequeña y oscura hasta su posición. El contorno impreciso y vaporoso de su silueta le indicó que era otro de ellos, pero ¿quién?.

Al principio, pensó que era un niño. El recién llegado era diminuto como Alice, con un cabello castaño claro lacio y corto. El cuerpo bajo la capa —que era más oscura, casi negra—, se adivinaba esbelto y andrógino. Sin embargo, el rostro era demasiado hermoso para ser el de un chico. Los ojos grandes y los labios carnosos habrían hecho parecer una gárgola a un ángel de Botticelli, incluso a pesar de las pupilas de un apagado color carmesí. Le dejó perpleja cómo reaccionaron todos ante su aparición a pesar de su tamaño insignificante. Felix y Demetri se relajaron de inmediato y abandonaron susposiciones ofensivas para fundirse de nuevo con las sombras de los muros circundantes. Edward dejó caer los brazos y también relajó la postura, pero admitiendo su derrota.

Little Cutie | Carlisle Cullen          Donde viven las historias. Descúbrelo ahora