Little Cutie | Carlisle Cullen

02.═══ vinculos

TODO SE SENTÍA como en un cuento de hadas, Carlisle y Johaiska se besaban apasionadamente en la esquina de el cuarto de despensa, donde no se les veía. El mayor la había cargado contra uno de los estantes mientras ella le abrazaba con las piernas y recorría con sus manos el cabello dorado y sedoso del vampiro. Se sentía extasiada, hace poco que habían tenido una interacción de aquel tipo, pero Jasson los había atrapado en el acto. Pero ahora, Carlisle le bajaba los tirantes del vestido de seda verde que llevaba puesto, podía sentir sus dedos de porcelana recorrerle la piel del hombro, bajando su mano por el brazo y brincando hasta su pierna, donde metía la mano por debajo de la fina tela.

Johaiska ahogó un gemido cuando el paatriarca le jaló la tira del pantie haciendo que chicoteara en su piel. Pudo sentir su sonrisa contra sus labios, burlándose y al mismo tiempo disfrutando del dolor que le había causado. Era algo fascinante como sus manos se movían por sus piernas mientras gruñía con deseo.

—¡Es mi hija! —un fuerte grito se escuchó fuera. Ambos se separaron unos centímetros con el cabello alborotado y las ropas desacomodadas. Sin darse cuenta, Johaiska le había desabrochado unos cuantos botones a Carlisle de su camisa azul.

Carlisle la bajó con cuidado de no lastimarla, y se acomodó la camisa, sus ojos miraban a Johaiska. Pudo notar que tenían un color dorado pero eran oscuros, llenos de deseo y anhelo. Sintió como un escalofrío le recorría la espalda y se acomodó los tirantes del vestido, se sacudió el cabello y caminó hasta fuera, con Carlisle siguiéndole por detrás.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó la pelirroja—. Parece un campo de batalla.

—Bueno, Bella se está peleando con Jacob por Nessie —le contestó la rubia—. Acertando dominancia.

—Edward, haz algo —señaló con la mano la situación, no pudo evitar notar que Seth se levantaba del piso con dolor, mientras Leah le gruñía a Bella.

—Ellos dijeron que estaban bien —contesto divertido.

Bella y Jacob peleaban acaloradamente, era curioso ver como quienes se amaban desde que tenían memoria, peleaban por mantener cerca del otro a una bebé. Billy le había explicado a Johaiska sobre la imprimación durante su tiempo con ellos, le había dado lecciones sobre cómo la imprimación no era un deseo carnal, era una ligación de almas al encontrar a tu alma gemela. Las almas gemelas podían llegar en todos los tamaños, aspectos y colores, pero las almas gemelas no siempre tenían que ser un amor pasional, sino platónico. En palabras de Billy: «Es como entregarte completamente a esa persona, tu otra mitad. Todo lo que deseas es su bienestar, protegerle, y ser una parte del otro. Muchas relaciones se mantienen platónicas, como mejores amigos, pero a veces hay quienes responden al llamado del amor de sus imprimadores, todo depende de ellos, como si tuvieran el control total de la otra persona»

En ese momento, claro que le parecía un concepto extraño, pero ahora lo entendía. Los vampiros y los licántropos no se diferenciaban mucho. Era cierto que Johaiska había estado prendida del patriarca durante sus años de humana, cuando lo conoció en la adolescencia, pero ahora, que era una vampira, podía sentir la conexión tan profunda que ellos compartían, eran almas gemelas, se entendían casi mejor que nadie, y no deseaban más que el bienestar del otro. Podía entender claramente lo que pensaba Carlisle sin la necesidad de entrar a su mente como Edward. Era un vínculo mágico e inquebrantable.

Jacob se disculpaba con Bella, quien aun le miraba furiosa—. Bella —Johaiska bajo los escalones, esquivando el intento de Edward de sujetarle la mano para impedírselo. Sus tacones se hundieron en la hierba mientras caminaba a su lado—. Creo que ya es suficiente.

—Johaiska —le miró. Con sus ojos rojos color granate y escudriñó la mirada—. No te metas.

—Lo que Jacob te dice es cierto —Bella frunció el ceño—. No te esta mintiendo.

—¿Y tú cómo lo sabes?, lo quiero lejos de Reneesme —la inmortalidad del vampiro le quedaba bien a Bella, parecía que una nueva capa de actitud había florecido por debajo de su piel hasta abrirse paso a la superficie, se veía dura, y peligrosa—. No la lastimara.

—Sabes que no puedes hacer eso —le puso la mano en el hombro, Bella retrocedió con una mueca—. Jacob le salvó la vida a Nessie —Bella hizo un ademán ante el apodo—. Sin él, todos estaríamos muertos, incluyéndote a ti.

—Y agradezco que haya hecho eso, en verdad. Pero es mi hija, y no permitiré que se le acerque de ese modo.

—No me quiero acercar a ella de ese modo, Bella. Solo quiero que Reneesme esté bien —protestó Jacob. Abrió la boca para decir algo más, pero la mirada fría y pesada de la pelirroja le hizo cerrarla de nuevo.

—Bella, al separar a Jacob le estás quitando a Reneesme una parte de su alma, ambos están ligados te guste o no. Tendrás que confiar en que Jacob solo desea lo mejor para ella —juntó los labios en una final línea y miró a los demás vampiros, quienes miraban curiosos la escena.

—¿Cómo puedo estar segura? —susurró.

—Puedo sentir su vínculo, su amor, su vida, al igual que todo en este planeta, siento la vida, y te aseguro que el amor que Jacob siente por ella —pausó— no tiene nada de maligno.

Bella le tomó la mano, e hizo una mueca de dolor—. Si que estás helada —todos rieron ante su comentario.

—Vengan —tomó con la otra mano a Jacob y juntos caminaron de nuevo hasta el porche, donde les esperaban los demás.

—Vaya, parece que siguen siendo niños de secundaria —dijo Emmett con las cejas levantadas—. Ambos peleándose por una chica, un clásico.

—Emmett, no.

—¿Qué?