𝘊𝘢𝘳𝘭𝘪𝘴𝘭𝘦 𝘊𝘶𝘭𝘭𝘦𝘯 | "𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳𝘵𝘦 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦, 𝘢𝘮𝘰 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘢𝘱𝘢́"
Johaiska es la mejor amiga de Edward, y ambos residen en Forks. Pero todo cambia cuando Johaiska con...
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JOHAISKA SE MOVÍA de manera extraña, y todos lo notaron, le preguntaron a Edward si había pasado algo en la práctica del día de hoy, él les había contados sobre las caídas constantes de Johaiska, algo que no era para nada común en ella destacando su perfección en la pista, era casi como si hubiera un factor externo.
—Déjame ayudarte —Jasson la levantó sobre sus hombros con cuidado, tratando de no tocar sus pies, Johaiska suspiró de alivio y pegó la cabeza a la pared. Se tomó unos momentos para recobrar la compostura y terminó de poner las guirnaldas en el techo que era el piso de arriba. Puso unas cuantas en los escalones y le pidió a Jasson que la bajara, quien la dejó en la isla de la cocina—. ¿Cómo estás?
Johaiska aguantó las lágrimas y se acercó a él buscando un abrazo que le fue dado un par de segundos después. Su hermano le acarició el cabello con dulzura y apoyó su cabeza en la suya.
—¿Qué pasa? —Carlisle apareció en la cocina. Johaiska miró a Jasper en el fondo, quien la inspeccionaba—. ¿Estás bien?
Johaiska se echó a llorar, Jasson salió de la escena para dejarlos en privacidad a ambos.
—Estoy cansada —dijo entre sollozos—. No sé qué voy a hacer —lloro más fuerte de nuevo.
—Calma cariño, dime qué sucede —la tomó del mentón y le dió un suave beso—. Aquí estoy, tranquila.
Johaiska esnifó varias veces antes de que el llanto cesara, miró los ojos de líquido dorado que se postraban ante ella, sus ojos la veían como si la pelirroja no fuese real, lo que la hizo sentir diminuta ante su hermosa mirada, se sonrojó hasta las orejas y suspiró, apartando la vista. El patriarca río de ternura y le robó un beso, que ocasionó una pequeña sonrisa en ella.
—¿Ya estás mejor? —le sonrió.
—Gracias —suspiró contra su camisa e inhaló su olor a loción. Escucho los pasos apresurados de Alice, se bajó de la isla y ambos caminaron hacia la sala, donde miraron a Bella al pie de las escaleras.
—¡Sorpresa! —gritaron todos en conjunto. Bella se enrojeció al instante avergonzada.
Bajó las escaleras acompañada de Edward, Esme le abrazó con cuidado y su pelo suave del color del caramelo le rozó la mejilla cuando la besó en la frente. Entonces, Carlisle le pasó el brazo por los hombros.
