Little Cutie | Carlisle Cullen

06.═══ personas extrañas

—¿Qué haces aquí? —Johaiska se asombró cuando miró a su madre en la cocina de lo que solía ser su hogar.

—Johaiska —suspiró—. Hola.

—¿Hola?, ¿me dices hola después de que te fuiste a quien sabe dónde?

—Tampoco es como que te haga mucha falta, con tu novio el doctor Cullen es claro que tienes todo cubierto —su tono era hostil y burlesco, Johaiska se sorprendió.

—¿Así que yo tengo la culpa, no?, igual que todo lo demás que ha pasado en tu vida —dio una palmada en sus piernas y se agarró la cintura—. Bueno, si que eres descarada.

—¿Descarada?

—Te hice una pregunta —el tono de la pelirroja se endureció repentinamente—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Su madre frunció el ceño, confundida por su repentino cambio de actitud. Era claro que había vuelto pensando que podía manejar a la pelirroja a su antojo como lo había hecho por tantos años, pero se daba cuenta que algo había cambiado en ella.

—¿Hmm? —se sentó en la silla de la cocina y suspiró—. Bueno, papá está muerto, no hay nada más aquí para ti, no se qué haces de vuelta.

—Conocí a alguien —Johaiska la miró con el ceño fruncido—. Se mudará conmigo.

—¿Y que hará tu nuevo enamorado cuando se dé cuenta que todavía le lloras a la camisa del hombre que te destruyo la vida?, o que hay un cuarto de bebé cerrado con llave. ¿Eso no le importará?

—Eso no es justo, Johaiska —se cruzó de brazos y se recargó en el fregadero—. Sabes que lo de tu padre fue algo muy duro para mí.

—Si mamá, ya lo sé, porque tú eres el centro del universo —Johaiska se daba cuenta que la faceta de llorona manipuladora de su mamá estaba a punto mostrarse de nuevo, por lo que se adelantó y se paró de la silla—. ¿Sabes qué?, ¿por qué no lo invitamos a pasar?, después de todo está a punto de tocar el timbre —le sonrió grandemente, mostrándole sus dientes blancos como la luz. Se acercó hasta la puerta y la abrió antes de que el hombre alcanzara a tocar el timbre—. Pasa, pasa —tomó sus maletas mientras veía a su madre acercarse apresuradamente a la puerta.

—Hola cariño —el hombre le sonrió mientras se limpiaba el sudor de la frente—. ¿Quien es ella?

—Matthew, ella es... —sonrió nerviosa mientras la apuntaba.

—Soy su hija, Johaiska, un gusto —dejó sus maletas a un lado de la puerta y le sonrió al hombre.

Él se veía realmente impactado pero aún así acepto la mano de la pelirroja. Ella no pudo evitar notar el peculiar y exquisito olor que desprendía el humano. Soltó con rapidez su mano y sonrió incómoda. Ahora la treta para descubrir a su mamá se había vuelto en un intento de no chuparle la sangre al hombre frente a ella.

—¿Puedo hablar contigo, mamá? —ambas caminaron lejos de Matthew donde no pudieran oírlas—. Mira, honestamente ya estoy cansada de esta constante lucha por ver quien tiene el ego más grande, si tú o yo. Quédate con la casa, haz lo que quieras con ella, yo me voy a casar pronto y ahora que tengo una nueva vida no quiero que la arruines de nuevo. Ya basta de la máscara que has estado usando todos estos años mamá, ya no te va a funcionar.

—¿Te vas a casar? —preguntó confundida.

—Si, me casaré con el doctor Cullen —dijo segura de si.

—¿No es él un poco mayor para ti? —Johaiska levantó los hombros. En realidad no le importaba.

—Si quieres ser feliz con Matthew hazlo, y si quieres casarte y formar una familia con él también hazlo. Yo ya no tengo energía para seguir gastándola contigo. Adiós mamá, espero que estés bien —Johaiska se dió la media vuelta y salió por la puerta principal, evitando ver a Alice, que estaba a punto de tocar la puerta.

—He venido antes de que hagas una tontería —Johaiska asintió y se subió al auto de Carlisle—. Aunque veo que eso no hace falta.

—Solo quería hablar con mamá —Johaiska abrazó sus piernas y suspiró—. Es raro pensar que ya no la volveré a ver.

—Siempre puedes invitarla a tu boda —dijo mientras conducía a casa—. Solo si tú quieres, claro.

—¿Estás bien Joha? —Rosalie le acarició el hombro—. Fue muy lindo lo que hiciste, no por ella sino por ti. Así podrás mejorar tu relación contigo misma.

—Si bueno..., algo tenía que salir de todo esto —suspiró con tristeza y recargo la cabeza en la ventana.

La graduación estaba a la vuelta de la esquina, y hasta el momento, Alice no había hecho ninguna compra, manteniendo la palabra hacia su padre para que la pelirroja pudiera asistir a su graduación. Aún no tenían noticias sobre los vampiros que acechaban a Bella, pero existía la tensión en el aire a todo momento.