07.═══ Charlie

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               LAS VOCES SE escuchaban en el piso de abajo, donde Carlisle recibía a Charlie en la fachada de la gigantesca casa

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LAS VOCES SE escuchaban en el piso de abajo, donde Carlisle recibía a Charlie en la fachada de la gigantesca casa. Johaiska no podía evitar preguntarse si Charlie notaría que ella y Bella habían cambiado excesivamente. Miró por la ventana de su habitación, había llovido recientemente y las hojas cafés de los árboles descansaban en el suelo. Se miró en el espejo, estaba haciendo tiempo para que Bella y Charlie pudiesen a hablar, era cierto que Charlie era su padre —aunque no fuese biológicamente— pero era más padre de Bella que suyo, así que suponía que dejarles un tiempo a solas era lo mejor.

Miró su atuendo, adecuado para el otoño, unas medias negras, con una falda negra y un suéter verde holgado encima. Analizó sus manos, desnudas, podía sentir el frío emanar de ellas aun sin usarlas. Era tan difícil para ella controlar su temperatura, que no podía evitar preguntarse si tendría que evitar el contacto físico con las demás personas, o tendría que usar guantes toda su vida. Observó el par de guantes en su escritorio y los tomó con un suspiro, se miró las uñas, pintadas de un color rojo cereza, y se puso los guantes.

Abrió la puerta de su cuarto y bajo las escaleras hasta la sala, donde pudo ver a Charlie abrazando a Bella, la miró con detenimiento, preguntándose si estaría peleando con sus instintos y contra el amor que le tiene a su padre. Ambos voltearon ante el sonido de sus tacones, y miró como Charlie levantaba las cejas sorprendido.

—¡Johaiska! —le llamó con alegría. La pelirroja sonrió ante la presencia de Charlie y se acercó—. ¿Dónde has estado?

—Oh ya sabes, en las Bahamas y también en Dubai —Charlie negó con la cabeza divertido. Johaiska sonrió—. Es broma, he tenido que ir a Italia.

—Pues vaya que te desapareciste —Bella sonrió y apretó a su padre—. Como han crecido, ambas.

Johaiska sentía las puntas de los dedos vibrarles, y el cuello le picaba de ansiedad. Se acercó con Charlie y lo abrazó con fuerza, no demasiada para no lastimarlo y al instante noto como su cuerpo se relajó. Bella y ella le abrazaban al mismo tiempo, y Charlie no podría estar más feliz.

Little Cutie | Carlisle Cullen          Donde viven las historias. Descúbrelo ahora