28 - El duelo (I) +18

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Había dicho que si, ¿cómo no hacerlo?

Si las mariposas revoloteaban nerviosas en mi estómago desde la primera palabra que había salido de su boca.

Quería estar con ambos, si, pero más quería estar con él.

Aegon parpadeó un par de veces hasta que fue consciente de mi respuesta, haciéndome sonreír por ello. Cuando al fin lo entendió, tomó mi rostro entre sus manos para besarlo de la manera más dulce que nunca antes hizo. Acarició mis mejillas y buscó mi lengua con la suya moviéndola con pasos lentos y suaves, como si quisiera memorizar y saborear aquel momento.

- Pero por favor, no digamos nada hasta que yo lo haga - pedí cortando el beso y haciendo que me mirase - ya avisé a mi madre que así lo haría.

- Lo que tú digas, mi reina - susurró entre sus labios antes de volver a besarla.

Los besos se fueron intensificando hasta volverse cada vez más como la lava caliente y espesa de un volcán. Aegon jadeaba entre mis labios mientras me tenía entre la mesa del consejo y su cuerpo, haciéndome sentir lo duro y excitado que estaba tan sólo con aquellos besos.

- Tenemos que volver - gemí con el baile que tenían nuestras lenguas.

- No me dejes así - gimoteó pegando aún más su erección a mi cuerpo, la cual llegaba a mi estómago al ser él más alto que yo.

Sin previo aviso, me tomó por los muslos subiéndome a la mesa mientras besaba mi cuello y hacía que toda mi piel se pusiera de gallina por su contacto. Aegon abrió un poco mis piernas introduciendo su mano por mi vestido y haciéndome gemir aún más fuerte.

- Pueden entrar Aegon - no sabía cómo podía decir todavía frases con sentido.

- Lo siento Danny, no puedo parar - introdujo su dedo en mi interior y mi espalda se curvó al notar el ramalazo de placer que eso conllevó - Dioses, estás chorreando Daemyra.

Me ponía tanto que Aegon no tuviera ningún reparo en el sexo, sólo él era capaz que con sólo palabras se encendiera mi entrepierna; aunque no dejaba de avergonzarme cuando hablaba así.

- Tócame Danny, por favor - volvió a gimotear bajándose su pantalón - quiero que me toques.

Mi mano fue directa y sin titubeos a su miembro el cual estaba más que listo; estaba caliente y erecto para mí y su glande ya estaba húmedo lo que significaba que estaba tan preparado como lo estaba yo.

Echó su cabeza hacia atrás cuando comencé a mover mi mano sobre su miembro y sus caderas se movían al mismo ritmo buscando la máxima fricción.

- Danny, nunca tengo suficiente de ti - me susurró en los labios a la vez que sus dedos no dejaban de encajar una y otra vez en mi interior, llevándome al límite en tan sólo unos pocos minutos.

- No pares Aegon - gemí cuando sentí que casi podía tocar el orgasmo con la punta de mis dedos.

Entonces sacó sus dedos y entró él en mí, haciéndome gritar y llevándome a un orgasmo increíble que dejó mis piernas temblando.

- Por favor no me hagas parar, mi reina - se movía frenético entre mis piernas, incluso lo sentía temblar - Danny, me vuelves jodidamente loco.

- No pares Aegon, córrete para mí - le pedí aunque decirle aquello me hizo sonrojarme de vergüenza.

- Joder, si me pides eso cómo no voy a dártelo - seguía gimiendo y tocando mi hinchado clítoris que estaba preparado para el siguiente orgasmo - pero no lo pienso hacer sin ti.

Seguía moviéndose y tocando mi centro, conteniéndose pues podía ver cómo apretaba los músculos de su cuerpo y su mandíbula con cada nuevo empujón.

- Túmbate en la mesa - ordenó y así lo hice.

Coloqué mis pies a ambos lados de la mesa pero Aegon los tomó, poniéndolos en cada uno de sus hombros y haciendo que lo sintiera en cada maldita parte de mi cuerpo. El vestido caía esparcido por la mesa, al igual que mi pelo.

- Eres una puta fantasía - gimió al abrir sus ojos y verme de esa guisa sobre la mesa - maldita sea que suerte he tenido.

Puede que yo aún no fuera reina, pero Aegon me hacía sentirme como una, justo como en aquel momento.

Tras unas embestidas más, ambos acabamos corriéndonos juntos entre jadeos y gemidos, sudando y riendo.

Nos intentamos adecentar cuando nos tocó volver al salón.

Todos nos miraban, entre ellos mi madre con una amplia sonrisa y Aemond que no parecía tan feliz.

- ¿Hablaron? - preguntó mi madre sonriendo y avergonzándome por ello.

- Algo así - dijo Aegon sentándose serio y disimulando maravillosamente bien con su actuación - mi sobrina me ha dicho que pensará mi propuesta.

Yo lo imité sentándome al igual que él y rezando por que aquella cena terminase pronto.

Mi abuelo, el cual seguía serio se levantó con su copa al fin, haciendo que todos los presentes dejásemos absolutamente todo lo que estuviéramos haciendo para prestarle atención.

- Por mi nieta Daemyra Targaryen, primera de su nombre y futura heredera al Trono de Hierro - acabó sonriéndome - y porque tengas una feliz vida con uno de mis hijos.

*

Los torneos en la Fortaleza por el 18 cumpleaños de Aemond dieron comienzo y todas las casas de Poniente se molestaron en venir con regalos para él y dispuestos a pasar una semana de cenas, torneos y fiestas.

Las cenas eran largas y copiosas pero las fiestas bien merecían la pena.

Llevábamos cuatro días de fiestas, cenas y torneos; aquel era el quinto torneo y el definitivo; tras él darían paso a los ganadores y los últimos dos días que quedaban eran para cacerías y comidas.

Estaba aburrida en el palco con Luke; Jace había vuelto a competir en el torneo. No sabía qué le había dado a su hermano, nunca había parecido que le gustara tanto, ¿quizás quería cortejar a alguna muchacha? Por otro lado, madre reía con padre mientras cuchicheaban entre sí; si no fueran los príncipes estoy segura que su comportamiento se hubiese tachado de indecoroso.

- ¿Dónde están todos? - pregunté.

- No he visto a mis hermanos en toda la mañana - dijo Helaena la cual tenía una pequeña mariposa entre sus dedos - el dragón no deja tan fácil escapar a su presa - susurró en valyrio para que sólo Luke y yo pudiéramos escucharla.

Mi hermano y yo nos miramos confusos, ¿qué había sido aquello?

Y entonces, lo entendí.

Cuando miré a la arena, Aemond y Aegon estaban en ella, uno contra el otro, en un duelo.

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Feliz 2023 ♥️ por muchas más historias y comentarios ♥️

Os quiero.

El poder del fuego |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora