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Saber dónde se desdibujan las fronteras de lo que solía ser una amistad es primordial para notar algo como aquello. Kaminari es el primero que lo hace, aunque su instinto nunca ha sido muy certero para ese tipo de cosas. Por eso mismo, no es hasta que la situación le estalla en las narices que sabe que algo no anda bien en su equipo.

—La protagonista estaba buenísima —comenta Ojiro retirando su camiseta sudada.

A su lado, Awase alcanza su botella de agua para dar un largo trago. Kaminari le imita distraídamente, siguiendo con la mirada las acciones de los chicos. Hablaban de una película que habían visto juntos el día anterior. No había nada más interesante en lo que meter las narices.

—Mmmm... demasiado alta para mi gusto. No es mi tipo.

A su derecha, Midoriya está enseñándole algo a Todoroki en su móvil, ambos están distraídos como para percatarse de las conversaciones a su alrededor. Kaminari ni siquiera sabía que esos dos se llevasen tan bien hasta que los incluyó en el equipo, pero han resultado ser un pack indivisible. Allá donde va uno está el otro.

Es interesante analizar las dinámicas dentro del equipo, pensaba. Podría serle útil más adelante.

—Eso es porque tu tipo ideal es Momo —responde otro de los chicos desde las duchas, haciendo que Awase se sonroje hasta las orejas y exclame que sí, que probablemente no tenga ojos para otra chica nunca más.

Una sonrisa escapa entonces de sus labios. Awase sería por siempre un romántico empedernido y nunca tendría solución.

—¿Cuál creeis que será el tipo de Bakugou? — pregunta Tsuburaba en voz alta, aprovechando que el nombrado no está presente ese día. —Nunca le he visto interesarse por alguien ni nada.

Midoriya se tensa ligeramente, levantando la mirada de su móvil para observar a los chicos. Kaminari siente muchísima curiosidad por ese detalle, pero aún más por lo que sucede a continuación.

—Kirishima es el más cercano a él, seguro que lo sabe —vuelve a gritar alguien de las duchas. Parece ser que la conversación había conseguido, ahora sí, captar la atención de todos.

Kirishima, que hasta ese momento estaba en silencio, carraspea un par de veces antes de hablar, siendo pillado por sorpresa. Kaminari desvía su mirada hacia él. No había estado jugando bien los últimos días, y parecía estar con un humor de mil demonios. Además, él y Bakugou parecían haberse distanciado (pero esto último solo era una mera suposición por el momento).

—Pues supongo que igual que a todos le gustan las chicas bajitas, al menos más que él —responde como si nada, evitando el contacto visual con el resto. —Complexión media y todo el rollo. Pelo largo supongo, no sé. Calladas, responsables...

En otra situación, Kaminari se hubiera reído en su cara. ¿De dónde sacaba toda esa información? Porque desde luego solo estaba diciendo lo primero que se le pasaba por la cabeza. Bakugou nunca les había confiado, en primer lugar, sentir ese tipo de cosas. Para él, de hecho, las personas a su alrededor solo eran meros extras en su vida cuyo único papel era molestarle (y esto lo había dicho Bakugou con sus propias palabras).

—Sí..., —comenta Tetsutetsu, pensativo —tiene sentido que le gusten las chicas tranquilas.

—Es que alguien tiene que compensar ese temperamento suyo —añade Tsuburaba, haciendo que los presentes asientan, aunque Midoriya y Todoroki siguen demasiado enfrascados en su propia conversación.

Si Kaminari no estuviera demasiado sorprendido por los comentarios, hubiera intervenido aclarando que lo que estaban haciendo era demasiado infantil incluso para ellos y que al final iban a meterse en un lío por hablar así, pero ya era demasiado tarde. La puerta del vestuario acababa de cerrarse de un portazo cuando todos se dieron cuenta de que la persona de la que hablaban tan tranquilamente estaba dentro, escuchándolos desde el principio.

love & game | shinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora