Si fuera a decir que sí [✔️]

11. Un abrazo que cruza tu límite

—Oye, ¿Cuánto tiempo estarán sin hablarse?

Olivia parece preocupada desde hace unos días cuando Michael desapareció por completo de mi campo visual y desde que mi estado de ánimo decayó significativamente impidiendo que pueda concentrarme del todo en cualquier cosa.

Dejo la cuchara con la que muevo el contenido en mi taza sin tomar siquiera un sorbo y la observo, dispuesta a hacerme creer lo que estoy a punto de decir.

—¿Por qué deberíamos volver a hablar? Ya no hay nada entre nosotros que nos obligue a estar juntos.

—¿Realmente solo lo veías como tu tutor? —vuelvo a mirarla—. No lo sé, ambos parecían buenos amigos últimamente.

Mis ojos se vuelven llorosos y mi gesto decae un poco antes de fijar mi atención en la ventana de la cafetería y todas las personas que circulan por las calles.

—Incluso si yo lo consideré mi amigo, nunca fui más que un estorbo para él.

♡♡♡

Luego de tomar café con Olivia, me dirijo de vuelta a la universidad a tomar mi última clase del día. Trato de mantener mi mente ocupada pero aún así sigo pensando en él. Es irónico, él fue quien me ofendió sin motivo y yo soy quien se siente culpable.

Me distraigo tanto con mis pensamientos que ni siquiera noto la alta figura frente a mí hasta que impacto contra su cuerpo. 

—Auch...

Llevo mi mano hasta mi frente buscando apaciguar el dolor causado por el impacto, abro mis ojos lentamente y solo cuando elevo mi vista descubro de quién se trata.

—¿Berthie?

—¿Podemos hablar?

♡♡♡

El viento sopla con prisa y mi cabello se mueve junto a su baile. Berthie permanece en silencio algunos minutos y solo nos dedicamos a mirar el paisaje. Observo mi reloj para asegurarme de la hora y él lo nota.

—Tranquila, hoy el maestro no irá. Se ha roto una pierna.

Su confesión dibuja una sonrisa en mi rostro.

—¿De verdad? —cuestiono con emoción.

—¿Te pone feliz que no haya venido?

—¡Me pone feliz que se haya roto la pierna! Se lo merece...

—Es mi tío.

—Dios puso aquel accidente en su camino para revelar sus dones divinos. —cambio radicalmente mi opinión—. Nos humilla para que podamos ser enardecidos.

Berthie ríe fuertemente y la curiosidad me invade cuando por primera vez lo veo mostrar emociones tan abiertamente. 

¿Podrá Michael ser capaz de hacerlo alguna vez?

—¿P-por qué te ríes?

—No es mi tío, solo lo dije para ver tu reacción. —mi boca casi toca el suelo—. Eres fácil de engañar, Eller. Con razón Michael parece tan nervioso estando a tu alrededor.

La mención de su nombre logra borrar cualquier rastro de emoción en mi rostro y me lleva a fijar mi vista nuevamente en la pequeña laguna frente a ambos.

—La razón por la que está nervioso a mi alrededor es porque no le agrado, no porque le preocupe algo sobre mí.

Mi respuesta hace que gire su rostro para mirarme mejor pero yo evito el contacto visual.

—Conozco a Michael demasiado bien porque prácticamente crecimos juntos, pero hay algo que aún no comprendo.

Esta vez sí lo miro.