Si fuera a decir que sí [✔️]

Epílogo

—Tus últimos resultados han sido bastante favorables. Entre tu cercanía con las mujeres y la mejora de tu trauma, podría decir que pronto dejaremos de vernos tan frecuentemente. —la terapeuta luce orgullosa de sus propias palabras—. Supongo que a parte de tu voluntad, también hay alguien más que sigue estando al pendiente de tu evolución.

Asiento con seriedad antes de mirarla fijamente y hablar:

—Uhm, mi nov... —corto mi propia frase mientras una sonrisa se dibuja en mi rostro antes de continuar—. Quiero decir... Mi esposa.

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Años más tarde

Michael

—El día de hoy, el señor Michael Stewart tomará el puesto de director ejecutivo del despacho de abogados Ilernder, supliendo la antigua función de su padre.

Todos los abogados y cuerpo directivo que se encuentran en el salón de actos se ponen de pie y aplauden para felicitar la noticia. Me mantengo firme mostrando una sonrisa de agradecimiento mientras mi padre se muestra orgulloso a mi lado. Palmea mi hombro y me hace ver lo feliz que está de la decisión que he tomado.

Una vez termina el acto conmemorativo, todos se dispersan en el salón para disfrutar de la fiesta que se ha preparado.

Saludo a todos los que puedo mientras prometo mantener un estándar de calidad en mi trabajo como abogado y director.

—¡Señor Stewart!

Una voz llama mi atención y encuentro de inmediato al responsable mientras viene acompañado de otros 3 chicos más. Sonrío como respuesta mientras me acerco a ellos y nos envolvemos en un complejo pero necesitado abrazo.

—Están aquí. —digo.

—¿Por qué nos perderíamos la coronación de nuestro niño?

Cuestiona Eric, quien actualmente fundó su propio buffet junto a Jay para no depender de sus padres.

—¿Puedo venir a trabajar contigo? Se ve que pagas bien. —habla Jay logrando que todos rían.

Diego se para a mi lado y me ofrece un fuerte abrazo antes de susurrar en mi oído.

—Lo estás haciendo bien, nerd.

—¿Y tu esposa? —pregunto.

—Uy... —murmuran Eric y Jay al mismo tiempo.

—Está en el baño junto a Kessie.

Agradezco la información y luego miro a Berthie, sus ojos están puestos en mí desde que llegaron y su rostro se mantuvo serio hasta que de un momento a otro, sonrió abiertamente para mí.

—¿Debería llamarte señor? —pregunta.

—¿Debería hablarte en inglés?

Mi pregunta logra hacerlo reír entendiendo claramente el significado.

Luego de que Berthie confesara en la universidad que le gustaba Eller, una pelea a puños y una distancia de 3 meses entre ambos fue suficiente para arreglar nuestras diferencias. Hace poco recibió una oferta de trabajo en el extranjero y aunque parece haber dudado en aceptarla, pronto se irá del país.