10, 15 o quizá 20, es el número de veces que he apagado la alarma para evitar pararme de la cama. Los domingos pasan de ser un día de descanso a convertirse en el momento ideal del día para sufrir mi existencia y maldecir todas aquellas situaciones en las que me he visto envuelta.
Cuando veo el reloj y noto que son las 2:30 de la tarde, sé que he batido mi record de no hacer nada desde que me alejé de Michael. Y ahí cuando mencionó su nombre es cuando recuerdo el motivo de mi tristeza y reconsidero el tener un día normal.
Pero como si de un mensaje del cielo se tratara, la insistencia de alguien tocando en la puerta es lo suficientemente molesto como para hacerme poner de pie e ir hacia la entrada.
Abro sin ningún interés pero caigo en duda al ver que se trata de Eric. Lo primero que cree mi mente es que ha sido enviado por Michael pero cambio de idea cuando distingo en él un semblante muy distinto al que siempre tiene.
El chico con la sonrisa coqueta y la alegría implacable, está frente a mi puerta con un rostro nutrido de tristeza, ojos hinchados y un aura repleto de dolor.
—¿Qué haces aquí?
Duda un poco al no poder encontrar las palabras, esconde su rostro en busca de valor y luego vuelve a mirarme.
—¿Podemos hablar contigo?
—¿Acaso Michael te ha e-
—No me refiero a Michael. —me corta—. Vine con alguien más.
Mi celo se frunce.
—¿Entonces con quién vin...?
La persona que lo acompaña decide salir de las sombras y ponerse a su lado, dejándome sorprendida. Eric mira a su lado y luego vuelve a mirarme.
—¿Podemos pasar?
♡♡♡
Mis ojos no se alejan de sus piernas temblorosas y sobre todo, de sus manos entrelazadas que parecen temer ser separadas algún día. Kessie mantiene su cabeza agachada y Eric ni siquiera sabe a dónde mirar.
¿Hace cuánto están juntos? Supongo que me perdí de muchas cosas estando con Michael a cada segundo.
—¿No van a hablar?
Cómo ninguno de los dos parece querer hacerlo y mi paciencia últimamente es nula, me pongo de pie bruscamente para irme a mi habitación pero Eric se pone de pie más rápido y sin dejarme entender, eleva la manga derecha de su suéter hasta que puedo ver lo que está mostrando y quedo en shock. Múltiples quemaduras y golpes son visibles ante mis ojos antes de que Kessie también se ponga de pie y cubra su brazo nuevamente.
Mi respiración es agitada y los miro a ambos sin entender.
—¿Quién te hizo eso?
—La mayoría de nosotros no somos solo unos niños ricos que estudian para sustituir a sus padres. —habla con dolor—. Muchos de nosotros somos forjados de esta forma por las mismas personas que algún día esperan que tomemos su lugar. ¿Sabes que tenemos en común todos nosotros a parte del dinero, que nos hace amigos? Para algunos de nuestros padres solo somos una basura que debe hacerse cargo del negocio y por lo tanto, si no es perfecto, no les servimos de nada.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
—El dinero que Michael recibió... Fue por nosotros. —Kessie habla e inmediatamente se roba mi atención—. Los chicos del reto nos vieron besándonos y estaban a punto de publicarlo así que como no sabíamos qué hacer hablamos con Michael y él prometió ayudarnos. Lo que no esperábamos era que ellos también los habían visto a ustedes así que cuando Michael fue a recoger el dinero y llegar a un acuerdo con ellos... —llena sus ojos de lágrimas— pensaron que lo hizo por ti.
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Si fuera a decir que sí [✔️]
RomanceEller ingresa a la facultad de Derecho en Menfirts con un promedio menor de lo requerido, razón por la que se ve obligada a buscar un tutor para aumentarlo de forma drástica antes de terminar el semestre. Su objetivo es Michael Stewart, el genio de...