Si fuera a decir que sí [✔️]

12. Ver los sentimientos

Las ideas en mi mente se encargan de mantenerme lo suficientemente ocupada como para no ser capaz de articular ninguna oración mientras avanzamos a una velocidad considerable el uno al lado del otro, aunque con una distancia considerable. Ninguno intenta empezar una conversación y nos concentramos en mover los pies para llegar a nuestro destino.

Giro mi rostro hacia él y aprovecho su distracción para observar su rostro con expresión tranquila. Él parece dispuesto a cumplir con lo que dijo cuando aún estábamos en mi dormitorio.

«—No voy a actuar como si esto no pasó así que por favor, no lo hagas tampoco.»

Aunque sus palabras fueron esas, ¿Por qué parece que hará todo lo contrario.

—No te estoy ignorando. 

Mi rostro se sonroja al notar que me descubrió mirándolo, así que giro mi cabeza con prisa para intentar disimular.

—Yo...

—Me gusta estar en silencio contigo. —confiesa, logrando que vuelva a mirarlo. Él no se fija en mí ni un segundo—. Así que no te estoy ignorando, solo trato de disfrutar tu compañía.

—¿No la disfrutarías si hablo?

—Si hablas, posiblemente termine dejándote sola.

Mi paso se detiene bruscamente y Michael hace lo mismo, esta vez sí depositando su atención en mí.

—¿Eso quiere decir que aún me detestas? 

—Eso quiere decir que no puedo hacer que mi corazón haga sus latidos con normalidad cuando dices ciertas cosas, piénsalo como si fueras mi doctor y mantén la boca cerrada si quieres que siga viviendo.

Mi boca se abre en sorpresa sin entender nada. Él se da la vuelta y empieza a caminar nuevamente como si no hubiese pasado nada mientras yo examinó la situación.

—Tanto estudiar le ha quemado las neuronas...

♡♡♡

Mi ceño se frunce cuando Michael ralentiza su paso, haciendo saber que hemos llegado a nuestro destino. Fue un poco desconcertante para mí que interrumpiera muestra charla esta mañana con tanta prisa bajo la excusa de que debíamos ir a un lugar. Son las 8 de la mañana y aunque no espero nada en específico, que estemos a punto de ingresar a una corte no era algo que hubiese cruzado por mi mente.

Giro mi rostro hacia él pero al ver la forma en que respira y observa el lugar, prefiero no decir nada que pueda incomodarlo. Su vista viaja hacia mí y nuestras miradas se encuentran.

—¿Estás bien? —pregunto y él asiente.

—Uhm, entremos.

♡♡♡

Tratamos de hacer el menor ruido posible cuando ingresamos a la sala donde un juicio se está llevando a cabo, nos sentamos en la última fila y observo la situación que Michael parece conocer de antemano.

Una familia se enfrenta a un juicio por la custodia de su hija, el padre parece desconcertado y la madre solo luce molesta con su propio marido.

—Es su tercera audiencia. —susurra Michael—. El padre ya presentó pruebas de que la madre sufre de trastorno bipolar e intentó herir a la pequeña varias veces porque no quiere llevar ningún tratamiento, pero el juez se niega a darle la custodia al padre.

La ira me consume y no puedo creerlo.

—¿Qué? ¿Por qué razón?

Michael inspira con fuerza, buscando fortaleza para sus palabras.