¿Recuerdan el inicio de High School Musical? Ese donde todos cantan, bailan, las porristas celebran al equipo y todo el mundo está feliz de iniciar un nuevo año.
Bueno, esto no se parece en nada.
Al llegar al campus luego de comprar un café de camino hasta acá, lo primero que noto es que la Universidad está dividida igual que una cadena alimenticia:
° Están los que corren desesperadamente sin saber con exactitud a qué dirección deben ir.
° Están los viejos alumnos mirando con superioridad a los bichos nuevos.
° El grupo de los brabucones que dan direcciones erróneas a los más inocentes obteniendo una insignificante diversión.
Y aquí estaba yo, que estoy segura de que pertenezco a ese menos del 2% que estudió el campus antes de llegar, exactamente para no pertenecer a ninguno de los otros grupos que ya mencioné y evitar el hecho de tener que unirme a la socialización el primer día de clases.
No soy la persona más puntual u organizada, pero tengo una obsesión con conocer perfectamente el lugar donde estaré, así puedo adaptarme con mucha más facilidad o tener más opciones para huir en caso de que lo necesite.
No me juzguen, sé que ustedes han hecho lo mismo.
Luego de caminar 10 minutos aproximadamente —en los que se incluyen unos cuantos minutos más por detenerme a darle indicaciones a algunos chicos— sin darme cuenta de cómo llegué, me detuve frente a la fachada de un gran edificio. El frente estaba cubierto por arbustos perfectamente podados y la gran infraestructura estaba repleta de cristales y paredes de concreto bajo algunos tonos grises, demasiado elegante diría yo. Mi corazón se aceleró por el reciente descubrimiento y así, fue que en ese momento leí aquellas palabras escritas en mármol en la parte alta del edificio:
"Facultad de Derecho, Universidad de Menfirts"
Por fin había llegado. Y no me refería al edificio, me refería a estar aquí en la Universidad a punto de iniciar una carrera y empezar una etapa totalmente distinta a todo lo ya conocido. Bien, debo de admitir que aquello causaba miedo en mí.
Me adentré al edificio y quedé petrificada por las grandes escaleras a mi frente. Parecía un palacio. Sin embargo, hubo un momento en que mis ojos encontraron algo más asombroso para mirar que dichas escaleras que tendrían que valer millones. Un chico parado en el centro de estas y sus ojos clavados en mí, ¿O tal vez no?
Me encontré igual de embobada que él y por unos segundos todo a mi alrededor desapareció, excepto ambos.
Frío, era la palabra para describirlo. Sin embargo, emitía algún tipo de calidez que daba a entender que poseía un alma muy pura a pesar de su apariencia hostil. Su físico por otra parte no dejaba que te envolviera mucho su frialdad y te llamara su deslumbrante rostro.
—¿Tal vez sea...
Mi pregunta se queda a medio camino, aunque sus ojos estén sobre mí soy incapaz de descifrar lo que está pensando. Los latidos de mi corazón retumban en mis oídos e involuntariamente llevo mi mano sobre mi corazón. ¿Por qué me está pasando esto?
Él parece decidido a dar un paso hacia delante dándome a entender que desea llegar a mí, pero una voz en el altavoz invitando a la Introducción a Derecho de la sala E3 a adentrarse hizo que volviera en sí, pues se trataba de mi grupo. Saliendo de mi trance, decidí seguir mi camino y olvidar al chico de las esc... espera, ¿A dónde fue? Vuelvo a mirar hacia la altura de las escaleras y no logro ver nada más que un montón de chicos cruzando de un lado al otro.
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Si fuera a decir que sí [✔️]
RomanceEller ingresa a la facultad de Derecho en Menfirts con un promedio menor de lo requerido, razón por la que se ve obligada a buscar un tutor para aumentarlo de forma drástica antes de terminar el semestre. Su objetivo es Michael Stewart, el genio de...