—¿Cómo lo está llevando Michael?
El ruido de los estudiantes mantiene nuestra conversación discreta mientras esperamos al maestro que hoy parece haber perdido su reloj en algún lugar.
Olivia se ha mostrado interesada en las cosas que he contado sobre Michael, sin embargo, he guardado para mí todo aquello en relación a su vida privada y los detalles más íntimos de nuestra relación. Incluso si es mi amiga, Olivia entiende que hay detalles que no puedo compartir con ella porque no me compete hacerlo y yo agradezco el hecho de que no me tenga que ver forzada a explicarle el motivo.
—Ha estado bien. —admito—. Estoy cuidando de mi novio lo mejor que puedo, así lo dejo alardear sobre la suerte que tiene al estar conmigo.
—Oh... —Olivia exclama con una ligera sonrisa—. Supongo que ya han dado el siguiente paso si ya estás tan segura de que ese hombre es tuyo.
Mi gesto cae y la estupidez adorna mi cerebro.
—¿Qué?
—¿Cómo que "qué"? ¿No hay siguiente paso?
—¿Siguiente... paso?
Olivia no puede creerlo.
—¿No sabes de qué hablo?
Dudo un momento antes de contestar, aún con duda.
—¿Besarnos...?
Toma su cartuchera y golpea mi cabeza, haciéndome quejar.
—¡Sexo, copulación, el delicioso, cuando un hombre te m-
Cubro su boca inmediatamente, la vergüenza nos envuelve cuando nuestros compañeros se giran a nosotras con sorpresa al escuchar a mi amiga gritar todas esas definiciones. Pido disculpas a los chicos destapando la boca de Olivia y poniendo mi atención en ella.
—¡¿Tienes que gritar?!
—Oye... —susurra, ignorándome en su totalidad—. ¿Realmente no han llegado a ese punto?
—Es difícil para él tomar mi mano, ¿Y tú crees que hemos llegado tan lejos? —me quejo.
Sé que mi rostro debe estar rojo de la vergüenza, pero me niego a tomarme un solo segundo para confirmarlo.
—Pss... dices haber tenido tres amores pero eres más mojigata de lo que parece.
Esta vez soy yo quien golpea su cabeza pero sin usar ningún arma más que la palma de mi mano.
El maestro ingresa al salón y estoy feliz de poder dar por terminada la charla incluso si Olivia no parece querer hacerlo.
♡♡♡
Totalmente feliz de haber culminado otro día más del semestre, me dirijo a la salida con la intención de ir directamente a casa. Sin embargo, recuerdo no haber sabido nada de Michael desde que nos encontramos esta mañana frente a mi casillero y decido llamarlo.
El tono de espera solo necesita repetirse dos veces para que sea descolgado de inmediato. El bullicio del otro lado de la línea logra extrañarme, no siendo algo normal de la persona a la que llamo.
—¿Dónde estás?
Varias personas intentan interrumpirlo, pero mientras el ruido se va disminuyendo sé que está buscando un buen lugar donde hablar. La música y los gritos cesan totalmente y esta vez sí responde.
—¿Ya vas a casa?
—Uhm, pero... ¿Dónde estás... ahora?
—Los chicos me arrastraron a tener una noche de tragos con ellos.
ESTÁS LEYENDO
Si fuera a decir que sí [✔️]
RomanceEller ingresa a la facultad de Derecho en Menfirts con un promedio menor de lo requerido, razón por la que se ve obligada a buscar un tutor para aumentarlo de forma drástica antes de terminar el semestre. Su objetivo es Michael Stewart, el genio de...