Si fuera a decir que sí [✔️]

Especial: Un nombre para el bebé

—Y fue así, como los patitos vivieron felices para siempre.

Mi sonrisa no se elimina, Michael da por terminada la lectura mientras se mueve un poco más cerca de mi cuerpo, abrazándome con dulzura y pegando su rostro a mi todavía plano abdomen.

—No creo que haya un bebé en mi interior todavía. —bromeo, consciente de que mi embarazo aún es muy reciente.

—Uhm, lo sé. Es solo que aún no puedo procesarlo completamente. —responde, mientras da caricias a mi vientre—. ¿Cómo puedo no estar emocionado?

—¿Y no te causa ninguna emoción saber que van a despedirte? —pregunto, consciente de lo que hizo el día de hoy en el juzgado cuando se enteró de la noticia.

Michael se mantiene en silencio unos minutos, preocupándome. Se gira velozmente hacia mí y me observa con una expresión indescifrable.

—¿Qué te pasa? —cuestiono.

—¿Qué deberíamos hacer?

—¿Ah?

Se mueve con prisa sentándose frente a mí, aún sobre la cama.

—Es nuestro primer hijo y no sabemos nada de bebés, ¿No sería bueno si nos preparamos?

Acepto que tiene razón, así que también me muevo un poco hasta sentarme y pegar mi espalda al respaldo de la cama.

—Entonces, Michael. ¿Qué propones que hagamos?

Sonríe con gracia y hace un gesto para que espere, se levanta de la cama y corre hasta el primer piso. Cuando vuelve a la habitación, salta sobre el colchón y se sienta a mi lado, abriendo el computador y tecleando algunas palabras, para luego enseñarme el resultado.
Leo con atención.

—¿"Nueve actividades para hacer durante el embarazo"?

—Uhm, ¿No te parece una buena idea?

Dudo.

—No es eso, es solo que… —Michael me observa, esperando que me explique por completo—. ¿Tendremos tiempo para eso? No quiero que te agobies con estas cosas cuando ya tienes mucha responsabilidad en el trabajo.

Michael acaricia mi mano dejando besos sobre el dorso de esta, luego se inclina ligeramente hacia mí, besando mi frente, mejillas y labios, haciéndome reír por el contacto.

—Puedo usar mi día libre para ello, así que no te preocupes.

—Pero…

—Eller, ¿Tienes miedo de que no descanse lo suficiente? —asiento, y Michael agita mi cabello con gracia—. Duermo lo suficiente durante la semana, estoy acostumbrado a este estilo de vida.

Dudo un poco, pero su mirada complaciente me invita a creer en sus palabras, igual que siempre.

—Uhm. —asiento, copiando su sonrisa—. ¿Lo disfrutarás? Estas actividades suelen ser muy aburridas para los hombres.

Michael recuesta su cabeza en mi hombro y entrelaza nuestras manos.

—No me aburriría en absoluto pasar tiempo a tu lado mientras aprendemos a cuidar a nuestro futuro hijo.

♡♡♡

Michael y yo nos miramos fijamente y luego, al bebé de juguete sobre la mesa que simula estar sucio, y cuyo deber nuestro es limpiarlo como se supone que lo haríamos con nuestro bebé.

—¿Recuerdas algo de lo que hicimos con el bebé de Olivia? —pregunta Michael y yo simplemente niego.

—Para nada, ¿Y tú? —niega.