Si fuera a decir que sí [✔️]

17. Un amor doloroso

Un mes y medio es tiempo suficiente para que sucedan un millón de cosas.

Entrar a la universidad, descubrir que soy una tonta, encontrar un tutor tan nerd que da miedo y lo más sorprendente; empezar a salir con él.

Aunque las cosas han transcurrido de forma muy rápida para algunos, decido disfrutar y vivir el momento incluso si tengo que correr para lograrlo.

Llego a la cafetería dispuesta a tranquilizar mis entrañas con todo lo que pueda encontrar en mi camino, el día de hoy ha sido realmente agotador y mi estómago está consciente de ello.

—¡Eller!

Olivia eleva su mano para que pueda encontrarla y voy directo a donde se encuentra sentada. Sin embargo, me resulta curioso la compañía de Diego a su lado y que últimamente parece más frecuente de lo que creía.

Tomo asiento frente a ambos y no disimulo la mirada juzgadora que les ofrezco.

—¿Por qué nos miras así?

Diego pregunta con nerviosismo.

—¿Qué? ¿Acaso tienen algo que ocultarme? —Olivia balbucea y mira a Diego en busca de una ayuda que nunca llega.

—¿Q-quién está ocultando algo? ¡Yo no!

Mis ojos viajan a Diego y su rostro pálido, lo señalo y luego río.

—Él dice lo contrario.

Olivia intenta golpearlo disimuladamente por debajo de la mesa y yo solo puedo reír más.

—¿Qué es tan divertido?

El silencio llega cuando alguien nos interrumpe y todos miramos al lugar del cual proviene la voz. Intento disimular la sonrisa en mi rostro, Michael mantiene el mismo semblante serio de todos los días pero esta vez no me molesto, consciente de que lo hace para mantener nuestra relación en bajo perfil.

—¿Vas a comer con nosotros? —pregunta Diego mientras señala la bandeja de comida que sostiene Michael—. ¿No tienes clases ahora?

Michael mira a todas direcciones como si buscara algo y poco después se agacha para dejar la bandeja frente a mí. Su rostro está tan cerca que ni siquiera tengo que moverme para ver la ligera sonrisa que me ofrece con discreción antes de hablar.

—Come. Te veré en el estacionamiento a las 6.

Se eleva nuevamente y elimina cualquier expresión en su rostro. Olivia y Diego sonríen y disfrutan de la situación como si fuera una serie de televisión.

—¿A dónde iremos? —pregunto.

Michael me mira y suspira, observa a los chicos e intenta encontrar valentía para dar su respuesta. Poco después vuelve a mirarme.

—Tú y yo... tendremos una cita.

♡♡♡

Mi reloj marca las 6:00 p.m. cuando llego al estacionamiento y me dirijo al vehículo de Michael, antes de subir observo por todas partes y luego ingreso al auto. Cierro la puerta y giro mi rostro hacia el asiento del conductor para poder saludar pero soy interrumpida por el chico que besa sus dedos y luego los coloca sobre mis labios, haciéndome sonreír.

—¿Estás lista? —asiento—. Vamos.

♡♡♡

Mi cuerpo permanece estático y mi rostro inexpresivo, mis manos sostienen con fuerza el manubrio de metal y Michael está concentrado en elegir correctamente desde hace aproximadamente 5 minutos.