Especial 1/2: Más testigos que abogados

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—Su señoría llama al representante legal de la parte demandante a iniciar su defensa.

Tiemblo un poco antes de ponerme de pie, con nerviosismo. Finjo no sentir ningún malestar y me dirijo a la zona de defensa, dudando sobre girar mis pies y mirar hacia la audiencia. El tribunal está en silencio y el juez espera impaciente a que hable.

El aire se escapa de mis pulmones y aún así doy la vuelta lentamente, enfrentándome a un público inmenso repleto de personas que no entienden el motivo de mi silencio. La verdad es que llevo más de 5 segundos abriendo la boca para intentar decir algo, sin éxito.

Mi corazón se aflige y pienso que mi mejor opción sería huir, consciente de que posiblemente aún no esté listo para enfrentarme a este gran público.

—Yo…

—Señor Stewart, tiene 3 segundos para hablar o me veré en la obligación de aplazar la audiencia.

El público se exaspera y mi pulso se acelera, estando en desacuerdo con la idea pero incapaz de hacer algo para evitarlo. Veo hacia mi cliente con vergüenza y luego hacia alguien en específico que se encuentra en el público.

Con lamento, susurro:

—No creo que pueda hacerlo…

♡♡♡

1 mes antes de la audiencia

—¿Estás feliz? ¡Hoy te darán tu primer caso!
Mantengo el teléfono en mi oreja mientras ingreso al edificio, saludando a todos. Eric me ha llamado para preguntar cómo me está yendo trabajando en un buffet de abogados distinto al de mi padre.

—No es tan emocionante, de hecho.

—Oh, Vamos. Michael, eres el hijo de uno de los abogados más famosos del país y estás trabajando para otra persona, claro que es emocionante. Eso sí, he tenido curiosidad desde que nos graduamos por saber el motivo por el que decidiste no tomar el buffet de tu padre inmediatamente nos graduamos.

Presiono el botón del ascensor e ingreso, agradezco que nadie más se una para poder continuar la conversación.

—Quiero probar suerte en otro lado.

—Podrías probarla con tu padre.

—Necesito encontrar mi autonomía, Eric. De todos modos, al final del día tendré que volver con mi padre. No tengo la intención de dejar caer todo lo que ha construido.

—Michael.

—¿Uh?

Salgo del ascensor y camino hasta mi despacho. Empiezo a colocar las cosas sobre la mesa.

—Tienes miedo de que tu condición afecte la imagen de tu padre, ¿Cierto? —detengo lo que estoy haciendo. Mis amigos me conocen más que nadie—. Es por eso que decidiste empezar en otro lugar para poder prepararte y volver a tu padre cuando te sientas listo.

—Deberías cambiar de profesión, te queda más leer las cartas.

Mi respuesta no le causa gracia en absoluto.

—Esto es serio.

—Yo también lo estoy siendo. Necesito salir al mundo real y enfrentarme a las cosas por mí mismo. Solo así, lograré convertirme en el abogado que mi padre y todo su buffet necesita. No quiero un puesto solo por ser el hijo del dueño, quiero ser capaz de poder llevarlo.

—¿Entonces por qué no lo tomaste de una vez? —Eric cuestiona—. Tu padre no te hubiese dejado solo, además, has progresado muchísimo en tu terapia.

Si fuera a decir que sí [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora