NO ES MI SUGAR DADDY ||Ziam||

Capítulo 44

Sintiendo un poco de frío se removió en la cama estirando su brazo solo para encontrar vacía el otro lado de la cama.

Ni siquiera supo en qué momento se quedó dormido, pero seguramente estaba tan cansado que no pudo resistir estar despierto por más tiempo.

Abrió los ojos lentamente mientras se tallaba los mismos.

-¿Zee? -llamó.

-Buenos días bebé -dijo el azabache saliendo del cuarto de baño.

Al parecer se había dado una ducha a juzgar por su pelo húmedo.

-¿Qué hora es? -preguntó incorporandose para sentarse al borde de la cama.

-Las 1 de la tarde -respondió sentándose en la silla de su escritorio-. ¿Quieres ir a almorzar?

-No tengo hambre -dijo poniéndose de pie y caminando hasta Zayn-. Yo...¿Podemos ir a casa? -preguntó un tanto inseguro.

Zayn desvío su mirada al piso no sabiendo como abordar el tema.

-¿N-no quieres ir a casa? -cuestionó tartamudeando.

-Li -levantandose de la silla, se acercó al castaño poniéndose frente a él-, creo que debería quedarme aquí, al menos por un tiempo.

-Oh, de acuerdo -aceptó Liam mordiéndose el labio inferior-. Tú...¿Estás seguro?

-Si, lo siento -afirmó Zayn acariciando suavemente la mejilla de Liam-, pero si quieres puedes quedarte en el departamento.

Para ese momento las mejillas de Liam ya estaban empapadas de lágrimas.

-No llores, cariño -dijo Zayn limpiando las lágrimas con el dorso de su mano.

-¿Al... Al menos puedo quedarme a dormir aquí... Algunas veces? -preguntó entre sollozos.

Liam no soportaría estar en el departamento solo, no cuando se había acostumbrado a Zayn. No quería dormir solo en esa gran cama. No quería despertar solo. No quería desayunar solo.

-Liam...

-¿E-eso es un no? -habló alejándose del toque de Zayn.

-Es complicado.

-¿Estás... Estás dejándome?

-No, por supuesto que no-se apresuró a decir Zayn agarrando la mano de Liam-, será por poco tiempo. Lo prometo.

-Supongo que no tengo opción ¿verdad?

-Liam...

-Lo siento -se disculpó mordiéndose el labio-. No quise decir eso.

-Lo sé, amor -dijo para después abrazar a Liam-, sé que ahora no lo entiendes pero si no lo arreglo entonces podría lastimarte más adelante, y no me lo perdonaría nunca.

Liam no respondió y solo se fundió en el abrazo dejando salir más lágrimas mientras sentía un dolor en su corazón.

(...)

Había pasado casi una semana y sentía que ya no podía más. Todo el tiempo se sentía cansado y sin ganas de hacer nada. Y si por él fuera, no saldría de casa de sus papás.

-Liam ¿Quieres que te traiga un café? -ofreció Louis sentándose al lado del castaño en la biblioteca.

Simplemente negó con la cabeza sin quitar la mirada del libro que tenía entre sus manos.

Ni siquiera podía concentrarse en algo tan simple ya que había releído unas cinco veces el mismo párrafo.

-¿Zayn aún no te responde? -preguntó Louis sacando un par de libros de su mochila.