Desde Que Te Vi (Vkook)

cap 39 "desayuno"

...Dongyul...

La primera me vez que lo vi, fue cuando choque con él en ese edificio.

Sus ojos parecían tristes, y su expresión no era la un trabajador cansado.

En ese momento no me interesó en absoluto. Y solo pase de él tras haber escuchado mi nombre salir de la boca de hoseok.

Sabia que me iba a regañar por haber gritado a la presidenta y negarme ser modelo.

No es que no me gustara serlo, es solo que estar nuevamente con mi padre y la abuela, hace que me sienta presionado.

Como una ave enjaulada, sin tener voto de hablar o hacer lo que desea.

Viví así por mucho, mucho tiempo. Comparandome siempre con Taehyung

No lo conocia, no sabía como era o que era lo que tenía para ser tan querido por todos.

Mi padre, mi abuela y toda la familia kim siempre me recalcaban que era la desgracia de la familia.

Me castigaban por no poder lograr lo que ellos querían.

Nuevamente diciéndome que por que no era como el prodigio taehyung, que sabía todo y hacía todo bien.

A tan corta edad, conocí el odio, la envidia y la... tristeza de no ser suficiente.

comencé a odiarlo aún más al saber que la mujer que me dio a luz lo quiso más a él, que a mi.

Esas palabras que había dicho la presidenta destrozó mi corazón.

Creía que mi supuesta madre, vendría por mi y que la pesadilla acabaría.

Pero no lo hizo. Por que nunca me a querido.

Nadie lo ha hecho.

Yo nací solo en este mundo, donde solo miraban a mi hermano gemelo.

Solo a él....

Entonces.

Como no podía llenar sus espectativas, me mandaron al extranjero.

Yo solo era un niño que soñaba con cuentos de hadas y anhelaba jugar.

No tenía idea de lo que eran documentos y como manejar un maldita empresa.

Cuando me fui de esa casa, pensé que podría ser feliz.

Pero no fue así, más tarde me enteré que me votaron a mi para recibir a taehyung y a su madre.

Después de eso comencé a preguntarme, ¿por qué sigo vivo?

Llore tanto hasta el punto de dormirme con lágrimas en los ojos.

Cuando tuve mis 13 años, me enfermé gravemente. Así que me internaron en un hospital.

Pase todos los días sin que nadie viniera a verme, o preguntar si estaba bien.

Veía como otros niños eran abrazados por sus madres, hermanos y hasta por su padre.

Las ganas de comer simplemente desaparecieron, por lo que me obligaban a que ingiera comida.

Crecí con ordenes, reglas y prohibiciones.

A mis 19 años me escapé de enorme casa que me tenía enjaulado.

Y fue esa única vez en la que me sentí vivo.

Recorría cada calle de paris, todo era hermoso como un cuento de hadas.

Mientras me ocultaba para que aquellos guardias no me atraparan, conocí a una persona.

Alguien que me ayudó a ser libre, quien me contaba sobre su arte y de lo mágico que sería ser una estrella que todos te miraran como una hermosa luz, sin rechazos ni obligaciones.