Capítulo 45: Etéreo

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Sentía cada golpe, en su cara

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Sentía cada golpe, en su cara. Un dolor bastante fuerte, pero no era nada alado de la tortura que tuvo con Orochimaru y Kabuto esos años atrás.

Le sangraba la nariz, la boca y tenía un ojo morado. Los guardias lo detuvieron.

_Sasuke diríjase a enfermería.

Este se dio vuelta y se iba caminando como si nada.

_ESO HUYE COBARDE.

No importaba lo dijeran ya estaba herido, siempre lo estuvo.

Cuando caminaba por esos pasillos sentía que se iba a desvancer en cualquier momento. Sus piernas flaqueaban, sentía ganas de vomitar.

Orochimaru ¿por qué no tomaste el mando?

~Si lo hacía perdíamos nuestra oportunidad de la libertad condicional~

Eres un hijo de perra, ¿quieres ser libre para arruinarme la vida?

~Tomalo como quieras~

Llegó a enfermería y le atendieron.

_Sasuke ¿que paso? Preguntó Shizune.- Parece que los prisioneros no le agradas.

_Eso es correcto.

Esta le limpió la sangre y comenzo a desinfectar las herida.

_Hoy Hinata dijo que vendrá a visitarte.

El joven de cabellos negros asintió.

_Me dijo que te pregunté que quieres para comer.

_Ahh, onigiris, tomates y jugo de durazno.

_Bien se lo diré.

_¿Como sabía Hinata que pararía hoy aquí?

Esta río ante su pregunta.

_La verdad ella desde el primer que entraste penso que iban a hacerte la vida imposible. Y equivocada no estaba.

Sasuke cerró los ojos, no comprendía ese sentimiento en su pecho. Solo sabía que quería llorar, ya había llorado anteriormente frente a Hinata cuando estaba en el hospital pero ahora no quería hacerlo, eso reflejará que si le afectaba lo que decían los prisioneros de su família.

Debía mantenerse fuerte nuevamente.

_Casi te rompen la nariz. Le hizo un pequeño vendaje en la nariz.- Ojo morado, y moreton en la barbilla.

_Lose.

_Pero sorprende que no hayas llorado, es más, pareces que ni siquiera te dolió.

Dolía por supuesto que lo hacía, pero debía seguir resistiendo como no hubiese un mañana, porque quería ser libre.

Pero con Orochimaru en su interior no sabría cuanto duraría su libertad.

No podía quedarse a llorar en un rincón aún debía luchar lo más posible, hasta donde su resistencia le permitiera.

No es Imposible (Sasuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora