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La sangre resbalaba por sus mejillas, cada vez que atravesaba con su chidori a aquellos ninjas, la sangre se disparaba por todos lados. El tenía una mirada más fría que el hielo.
Eso intimidó a los restantes y a Yamato.
_¡No se asusten!
Este sonrió y se acerco a el apuntandole la katana.
_¿Entonces por qué tiemblas? Preguntó el joven de cabellos negros.
Yamato hizo unos movimientos de manos y la madera le hizo unas esposas, con collarín.
_Ahora. Hizo una seña y todos los atacaron con jutsus, fuego, agua, viento, todos los elementos, una gota de sudor bajo por la frente de Yamato pero no podía tirarse para atrás, tenía que seguir.
El viento movía las hojas de los árboles, los ninjas daban todo. Pero tenían que acabar con el. Cada vez que alguien le extendía la mano para ayudarle el lo apuñalaba por la espalda. Por eso había que ponerlo en su lugar, ellos no eran su juguete.
Luego que lo atacaron, todo esperaron que el humo se disperse pero en posición de batalla.
_Eso debe ser suficiente. Habló Tenzö.
Pero al verlo sus ojos reflejaron terror. Su rostro estaba empapado de sangre, su mirada no se veía muy contenta si no toda la opuesto.
Estos dieron un paso atrás.
_¡No le hizo nada! Yo...yo me voy. Habló uno de los subordinados del capitán.
_No, eso mostraría que eres un cobarde. Respondió serio.
_Pero capitán...
_Nada de pero.
_Deja que se retiré. Dijo el Uchiha acercándose al capitán.- Enfrentame tu solo si no eres cobarde.
Tenzö fruncio el seño.
Claramente lo estaba desafiando.
_¿Capitán?
_Puedes irte.
El subordinado le miró con preocupación.
_¿Por qué haces esto? ¿por qué buscas pelea con los tuyos?
_¿Los míos? Preguntó confuso, alzando una ceja.- Los míos están muertos hace mucho tiempo.
Este lo golpeo en el rostro y en la panza, de forma brusca haciendo que este se estrelle contra el tronco del árbol. Los golpes eran con irá contenida. Tenzö se levanto con dolor, sus manos temblaban al sentir la sangre escurrir por su mentón.
_Solo diré una cosa a Konoha y es que se vayan al diablo.
_Te irás tu primero.
Le tiró varios shurikens y este los esquivó fácilmente. Pero este sonrió y Sasuke se percato que volvían para el. Cinco shurikens se le clavaron en la espalda. Y luego vio su ropa y había un papel bomba y antes que pudiera sacarse explotó.
