Never stop running

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Nota: Aviso que todo lo que escriba es importante, por muy innecesario que parezca, o por muy corto, es importante.

También os aviso que no será un capítulo agradable. :(

{ Newt }

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- Narrador omnisciente -

Apenas quedaban unos minutos para que el sol empezara a posarse sobre el Claro, iluminando este, regalándoles otra mañana que no iban a desperdiciar. Pero uno de ellos se despertó antes que los demás.

Una mano se apoyó en el hombro de la chica que dormía al lado de Minho y Winston. No tardó mucho en sobresaltarse por aquello, pero el chico le tapó la boca para que no gritara.

El ceño de la chica se frunció en confusión al ver a Newt hacerle una señal con el dedo llevado a sus labios de que guardara silencio. Ella hizo caso cuando el mayor retiró su mano y se alejó.

—Sígueme —susurró el chico, y ella se sentó en la hamaca sin entender nada.

Se puso rápidamente las botas y caminó hacia donde Newt se había ido. Realmente no sabía que hora era, pero sabía que bastante pronto, ya que no se veía el sol, se quedaba atrapado en los muros.

—¿A dónde vamos? Y, ¿qué hora es? —preguntó ella, mirando a su alrededor con curiosidad.

—Pronto. Pero solo a esta hora podemos verlos —le contestó, caminando a un paso rápido hacia un edificio de piedra.

—¿Ver el qué? —frunció el ceño de nuevo.

—Nick tenía razón, preguntas mucho, verducha —fue lo que Newt le contestó, con algo de diversión en su tono.

—Es ______ —le contestó, y eso pareció llamar su atención, ya que giró su cabeza hacia la castaña al escuchar esas dos palabras.

—¿Ese es tu nombre?

—Si.

—Genial.

Y esa pequeña y diminuta conversación se quedó ahí, ahora caminando en puro silencio hasta el edificio.

Al llegar, Newt apartó la tela desgastada de un color marrón muy oscuro que se dejaba caer agarrada de un palo de madera puesto en la parte superior de la abertura del pequeño edificio.

Dejó pasar primero a la castaña, y después entró él.

Agarró una pequeña caja de madera y la apoyó en una de las paredes, justo enfrente de un gran ventanal.

—Mira —Newt musitó, diciéndole que se subiera a la caja y mirara por el ventanal de cristal.

Ella mantuvo el ceño fruncido y se acercó para subirse a la caja. Aunque Newt tuvo que agarrar su mano fuertemente para darle algo de equilibrio.

Entrecerró los ojos mientras enfocaba su vista al interior de lo que mostraba el cristal. Era el Laberinto, eso estaba claro. Iba a preguntar lo que tenía que ver cuando un bicho pasó por aquel pasillo. Abrió los ojos, viendo que no eran como los bichos que fueron anoche al Claro.