Never stop running

37

{ De vuelta }

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- Narrador omnisciente -

— Esto realmente da mucho asco —la voz de Harry se escuchó en el laberinto, mientras quitaba algunas babas de lacerador o Mutante de un lado de su zapatilla.

Llevaban caminando varios minutos, y de momento todo había ido bien.

— Que cerdo, deja eso —Minho lo miró con una mueca, a lo que Thomas reprimió una carcajada ante el insulto.

Harry sonrió irónico y sacudió un poco su mano para que las babas se fueran al suelo. Pero en cambio, las babas saltaron a la cara de Minho, quien lo miró incrédulo.

— Eres un... —Thomas lo agarró del brazo antes de que el asiático lo atacara.

— Tranquilo, cariño —_____ y Harry se miraron ante el apodo—. No es lo más asqueroso que has tocado, solo es baba de lacerador.

— Oh, ¿ya le has tocado la polla en la luna de miel entonces? —Harry sonrió divertido, terminando de limpiar su mano mientras caminaban.

— Muy gracioso, Harry. Muy gracioso —Thomas habló sarcástico, sonriendo irónico—. No sé como Newt está contigo, él odia esas cosas.

Enseguida se arrepintió de haber sacado el tema de Newt. Minho miró a ______ de inmediato, a quien le cambió la cara e hizo como si nada. Thomas la miró y luego miró a Harry, quien alzó ambas cejas contra él.

— Si, bueno. Ahora no es que hable mucho... —murmuró Harry, pasándose la mano por la nuca— Ni siquiera me deja acercarme a una distancia normal.

— Lo que le haya pasado le ha afectado de verdad, nunca lo había visto así —Minho habló después—. Podrías hablar con él, ¿no? Aún no lo has intentado —miró a su mejor amiga al decir aquello.

— No creo que sea buena... —Minho arqueó una ceja contra su pareja, haciéndolo callar— de acuerdo, si salimos de esta lo intentará, ¿estás contento? No va a funcionar.

Un crujido se escuchó de repente, alertando a los presentes.

— ¿Qué ha sido eso? —preguntó Harry, mirando hacia arriba.

— Oh, una rama que he pisado —Minho habló sarcástico—. ¿Qué mierda crees, pingajo? —Harry lo miró fulminante ante como le había llamado.

— Minho ya vale —el nombrado miró a su amiga cuando habló, y no tardoen rodar los ojos y tirarse hacia atrás.

Un chillido no tardó en sanar. Harry colocó una mano frente al pecho de ______ para alejarla como acto reflejo, a lo que ella lo miró confundida e intentó volver a acercarse.

De un momento a otro, un Mutante se posó frente a ellos. Los cuatro abrieron los ojos incrédulos, intentando no correr. Sabían que los Mutantes eran ciegos, pero no eran estúpidos, de hecho, eran demasiado listos.

Thomas les hizo una señal de que no dijeran nada. Pero Minho respiró sonoramente ante la sorpresa y el vello del Mutante se erizó.

Eso puso en alerta a todos ellos.

— ¡Corred! —exclamó Thomas, agarrando la mano de su pareja, mientras Harry agarraba la muñeca de la castaña.

— ¡Oye! ¡Puedo correr sola! —exclamó ella, y Harry rodó los ojos, sin parar que correr y sin soltarla.