Never stop running

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{ Peter James Edison }

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- Narrador omnisciente -

Los ojos de _____ se abrieron de golpe al escuchar las quejas de su hermano al haberse despertado segundos atrás.

Ella trató de acomodarse en el suelo, pero unas manos la detuvieron.

— Tranquila, no te muevas —la voz de Teresa se escuchó a su lado, pero se dio cuenta de que su cabeza estaba apoyada sobre el regazo de la peli negra.

Esta acariciaba su cabello con delicadeza, y le regaló una sonrisa cuando alzó la mirada y la vio.

Thomas se tocó un lado de la cabeza, sintiendo un punzante dolor por lo que había pasado. Los recuerdos le golpeaban la cabeza con fuerza, y soltó un pequeño quejido ante aquello.

— ¡¿Qué coño se te pasó por la fuca cabeza?! —el grito de Chuck los sacó a ambos de sus pensamientos, mirando hacia arriba.

Los dos hermanos fruncieron el ceño al ver que estaban en uno de los hoyos. Miraron a las tres personas que se encontraban fuera de este y se quedaron más confundidos.

Minho y Newt miraron a Chuck suspirando ante la falta de tacto.

— Minho... —Thomas habló, pero el nombrado apartó la mirada, molesto y dolido por lo que había hecho anoche.

— Eres un pingajo, estúpido —espetó Chuck, y el chico frunció el ceño de nuevo

— ¿Qué ha pasado? —preguntó Thomas por los dos, mirando a los chicos—. ¿Qué hacemos aquí dentro?

Entonces, Chuck empezó a hablar atropelladamente, y ____ suspiró cansada, apoyando una mano sobre su vientre. Aquello le hizo abrir los ojos de golpe otra vez y mirar a Teresa al ver su mueca.

— Vale, no te asustes... —pero no pudo acabar, ya lo había visto.

— E-Está... está... —trató de formular alguna frase, pero estaba tan sorprendida y asustada al mismo tiempo que apenas pudo formular una palabra bien.

— Más grande, si. —terminó Chuck por ella— Jeff dice que el bebé creció anoche. Por eso perdiste el conocimiento.

— ¿Cuánto? —miró hacia arriba y se quedó sentada para verlos mejor—. ¿Cuánto más?

— Siete meses. —Newt respondió cuando la mirada de la chica cayó en él, e intentó sonreír después, pero pareció más una mueca.

Ella observó el labio partido y el pequeño moretón que ahora apenas se veía en su mejilla, lo que supuso que anoche también se metió en la pelea de Nathan. Minho llevaba también algunas heridas que no pasaron desapercibidas por ninguno.

— ¡Hey! ¡Despertasteis! —Alby caminó hacia ellos, y todos se giraron a mirarlo de inmediato.

El moreno, Winston y Gally se acercaron al hoyo.

Thomas miró a Newt y frunció el ceño.

Escuchó su propia risa y la de Newt haciendo eco en su cabeza. Imágenes de ambos tumbados en la cama del castaño mientras los dos reían a carcajadas por las tonterías del otro.