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{ Muerto }

- Narrador omnisciente -

40 minutos habían pasado desde que los ocho corredores se habían marchado al laberinto. Había empezado a oscurecer con rapidez. Isaac, Fred, Jake y Teddy ya habían regresado, consiguiendo bloquear la trampilla por donde los Mutantes salen esa noche.

Faltaban Thomas, Harry, Will y Minho por llegar.

Los demás Clarianos permanecían en las puertas, esperándolos. Aquello era realmente estresante e inquietante. Temías siempre lo peor. Tenías que tener en cuenta que esas ocho personas estaban arriesgando su vida por la de todos los demás.

Newt y Alby estaban más cerca de las puertas que los demás. Los Guardianes quedaban detrás, mientras los demás quedaban detrás de estos.

Teresa estaba a un lado de ______ y al otro de West. Kieran estaba al otro lado de ______, con Liam en brazos, ya que Gally tenía que estar frente a las puertas como los demás Guardianes.

Unos 3 minutos después, Will llegó del Laberinto, con la respiración totalmente descompensada.

Por otro lado, Thomas ni siquiera había logrado encontrar el botón. Llevaba buscando por más de 10 minutos en toda la Sección, pero no estaba por ninguna parte.

—Venga, hombre... —murmuró, cansado de recorrerse toda la Sección una y otra vez—... tiene que estar por alguna parte.

Su reloj pitó, avisándole de que le quedaban menos de 30 minutos.

—Mierda... —suspiró, pasándose las manos por su negro cabello, mirando a todos los lados posibles.

Un chillido muy familiar atrajo toda su atención de inmediato. Su cuerpo se tensó, y tuvo miedo de mirar detrás de él. No tardó en recordar las palabras de Newt.

"Los Laceradores estarán ahí, tener cuidado."

Thomas tenía claro que lo que había detrás de él era un maldito Lacerador. Cerró los ojos y exhaló antes de abrirlos de nuevo.

Minho y Harry también habían conseguido llegar al Claro, quedando su Sección por cerrar. Apenas le quedaba tiempo para conseguir volver a tiempo, era algo imposible.

Cuando el azabache creyó que aquello no podía ir peor, el pitido de su brazalete se volvió a activar. Soltó un pequeño grito por el dolor en sus oídos y el Lacerador chilló de nuevo.

Thomas lo entendió en ese momento. El pitido en sus brazaletes era como una llamada a los Laceradores y a los Mutantes.

Se giró a mirar al bicho, y cuando vio como movía la cola y hacía un ademán para acercarse, no lo pensó y echó a correr. Se sintió tan mal por no haber encontrado el botón que por unos segundos se quedó dando vueltas por la Sección, aprovechando para buscarlo. Pero no pudo quedarse, tuvo que abandonar la sección e irse camino al Claro.

—¿Dónde clonc está? —Alby miró desesperado su reloj—. Si no se da prisa, no llegará a tiempo y los Mutantes entrarán.

—Estará por llegar. —se quiso convencer Minho, quedando a un lado de Newt.

—Esto ha sido una mala idea —murmuró _____, mirando al laberinto.

Never stop running Donde viven las historias. Descúbrelo ahora