29

2.6K 188 177
                                    

{ La oveja y el lobo. }

- Narrador omnisciente -

- Una semana después -

El Claro era un completo caos en este momento. Gritos a todo pulmón salían de los chicos, miradas desconcertadas perseguían a los responsables. Y todo porque a una persona se le olvidó cerrar la pequeña verja del Matadero.

— ¡Va hacia el Mirador! —Winston avisó, todos detrás del animal que se había escapado.

— ¡Necesito a ese cerdo! —Sartén corrió hacia allí, con una mano en el bolsillo de sus utensilios para que no se cayeran.

— ¡Y yo necesito matarlo! —exclamó después Winston, todos corriendo hacia el cerdo.

— ¡Chuck! ¡Ha pasado por tu maldito lado! ¡¿Por qué no lo has atrapado?! —Gally exclamó, mientras seguía corriendo.

— ¿Has visto como me ha mirado? —preguntó, haciendo que algunos rodaran los ojos—. ¡Me iba a sentir muy culpable!

— ¡Cambia de rumbo! —gritó Teresa, atrayendo la atención de los chicos—. ¡Va hacia el laberinto!

En ese momento, Minho y Will llegaban del laberinto, y contemplaron la perfecta escena que se había creado de todos los Clarianos corriendo detrás de un pobre cerdo.

Will y Minho se miraron confusos, tratando de entender, pero cuando las miradas pasaron a ellos en vez de al animal, ambos contuvieron la respiración.

— ¡Atrapar al cerdo! ¡Va hacia vosotros! —Gally les gritó, haciendo que los dos chicos recién llegados al Claro fruncieran el ceño.

— ¿Cómo? —ambos preguntaron, conteniendo una carcajada al haberlo dicho a la vez.

— ¡Seréis idiotas! —Gally los miró como si fueran las personas que peor les cae del mundo—. ¡El cerdo! ¡Va hacia vosotros! ¡Atraparlo, shanks!

— ¡De acuerdo! ¡De acuerdo! —y ahí ambos explotaron a carcajadas cuando dijeron aquello también a la vez.

Todos los miraron muy mal por aquello, y los dos se callaron de inmediato. Miraron al cerdo, el cual estaba corriendo hacia ellos.

— Que mono... —murmuró Minho, y Will alzó una ceja, mirando al cerdo—. ¿Cómo se ha escapado? —les preguntó a los demás, haciendo que lo miraran incrédulos.

— ¡Concéntrate en agarrar a la cena de esta noche! —Sartén exclamó, haciendo que muchos rieran por aquello.

— A la de tres —Will dijo, y Minho asintió—. Una, dos, y ¡tres! —los dos cayeron al suelo cuando el cerdo consiguió desviarse y cambiar el rumbo, yendo hacia otra parte.

Algunos rieron ante la caída de ambos corredores y siguieron al cerdo.

Alby, Thomas y Newt salieron de la Finca unos segundos después, y los tres miraron a los Clarianos persiguiendo a un pobre cerdo como si la vida les dependiera de ello. Newt estaba sujetado por Thomas, quien lo ayudaba a mantenerse en pie al tener la pierna rota.

Todos pararon de correr al ver a Newt. Llevaba toda la semana sin salir de la Finca, ya que no podía caminar, y solo entraban Alby, Gally, Minho y los Mediqueros a la habitación. No dejaban entrar a más gente. Simplemente era para ayudar a Newt en lo que necesitaba.

— ¡Newt! —el cerdo paró de correr asustado cuando todos exclamaron su nombre, y se desvió del camino.

Newt sonrió con vergüenza, agachado la cabeza mientras elevaba la pierna herida y rodeaba los hombros de Thomas con uno de sus brazos para sujetarse.

Never stop running Donde viven las historias. Descúbrelo ahora