{ La oveja y el lobo. }
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- Narrador omnisciente -
- Una semana después -
El Claro era un completo caos en este momento. Gritos a todo pulmón salían de los chicos, miradas desconcertadas perseguían a los responsables. Y todo porque a una persona se le olvidó cerrar la pequeña verja del Matadero.
— ¡Va hacia el Mirador! —Winston avisó, todos detrás del animal que se había escapado.
— ¡Necesito a ese cerdo! —Sartén corrió hacia allí, con una mano en el bolsillo de sus utensilios para que no se cayeran.
— ¡Y yo necesito matarlo! —exclamó después Winston, todos corriendo hacia el cerdo.
— ¡Chuck! ¡Ha pasado por tu maldito lado! ¡¿Por qué no lo has atrapado?! —Gally exclamó, mientras seguía corriendo.
— ¿Has visto como me ha mirado? —preguntó, haciendo que algunos rodaran los ojos—. ¡Me iba a sentir muy culpable!
— ¡Cambia de rumbo! —gritó Teresa, atrayendo la atención de los chicos—. ¡Va hacia el laberinto!
En ese momento, Minho y Will llegaban del laberinto, y contemplaron la perfecta escena que se había creado de todos los Clarianos corriendo detrás de un pobre cerdo.
Will y Minho se miraron confusos, tratando de entender, pero cuando las miradas pasaron a ellos en vez de al animal, ambos contuvieron la respiración.
— ¡Atrapar al cerdo! ¡Va hacia vosotros! —Gally les gritó, haciendo que los dos chicos recién llegados al Claro fruncieran el ceño.
— ¿Cómo? —ambos preguntaron, conteniendo una carcajada al haberlo dicho a la vez.
— ¡Seréis idiotas! —Gally los miró como si fueran las personas que peor les cae del mundo—. ¡El cerdo! ¡Va hacia vosotros! ¡Atraparlo, shanks!
— ¡De acuerdo! ¡De acuerdo! —y ahí ambos explotaron a carcajadas cuando dijeron aquello también a la vez.
Todos los miraron muy mal por aquello, y los dos se callaron de inmediato. Miraron al cerdo, el cual estaba corriendo hacia ellos.
— Que mono... —murmuró Minho, y Will alzó una ceja, mirando al cerdo—. ¿Cómo se ha escapado? —les preguntó a los demás, haciendo que lo miraran incrédulos.
— ¡Concéntrate en agarrar a la cena de esta noche! —Sartén exclamó, haciendo que muchos rieran por aquello.
— A la de tres —Will dijo, y Minho asintió—. Una, dos, y ¡tres! —los dos cayeron al suelo cuando el cerdo consiguió desviarse y cambiar el rumbo, yendo hacia otra parte.
Algunos rieron ante la caída de ambos corredores y siguieron al cerdo.
Alby, Thomas y Newt salieron de la Finca unos segundos después, y los tres miraron a los Clarianos persiguiendo a un pobre cerdo como si la vida les dependiera de ello. Newt estaba sujetado por Thomas, quien lo ayudaba a mantenerse en pie al tener la pierna rota.
Todos pararon de correr al ver a Newt. Llevaba toda la semana sin salir de la Finca, ya que no podía caminar, y solo entraban Alby, Gally, Minho y los Mediqueros a la habitación. No dejaban entrar a más gente. Simplemente era para ayudar a Newt en lo que necesitaba.
— ¡Newt! —el cerdo paró de correr asustado cuando todos exclamaron su nombre, y se desvió del camino.
Newt sonrió con vergüenza, agachado la cabeza mientras elevaba la pierna herida y rodeaba los hombros de Thomas con uno de sus brazos para sujetarse.
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Never stop running
Random¿Y si la historia comenzara a contarse desde el principio? Antes de que el laberinto se hubiera realizado. Cuando los protagonistas de esta historia no eran más que unos críos. Unos niños especiales. Unos niños que habían sobrevivido al Destello por...