42

1.8K 132 37
                                    

{ ¿Cómo es posible? }

- Narrador omnisciente -

Comenzaron a caminar mirando las placas con interés. Eran realmente grandes y estaba más que claro que si te aplastaban podías despedirte de la vida.

Thomas frunció el ceño y se agachó, agarrando una camiseta del suelo manchada de sangre.

Minho: Ben... —murmuró, agachándose y mirando la camiseta que Thomas tenía en la mano.

Luego la soltó y se levantó junto a Minho.

Thomas: Algún lacerador lo habrá traído hasta aquí —miró a su alrededor, pero luego miró a su hermana y frunció el ceño—. ¿______?

— ¿No lo escucháis? —preguntó, por lo que ambos chicos se miraron.

Minho: ¿Qué? —frunció el ceño.

Ella no contestó y se puso detrás de Minho, abriendo el pequeño bolsillo de su chaleco. El asiático la miró confundido y Thomas miró atento el objeto que ella sacó del bolsillo.

El aparato del lacerador estaba parpadeando y emitía pequeños pitidos. La chica caminó hacia delante y el pitido disminuyó, caminó hacia la derecha y se intensificó.

— Ya tenemos brújula —dijo ella, y ambos chicos sonrieron al mirarla.

Todo pasó muy rápido. Habían llegado a donde los laceradores y los Mutantes estaban por la mañana. Una luz roja pareció escanearlos a los tres y un clic llamó la atención de estos.

"Acceso denegado".

Minho: ¿Qué ha sido eso? —miró hacia arriba, pero luego hacia enfrente, viendo la oscuridad que emanaba del agujero por donde los bichos se escondían.

Thomas tocó uno de los bordes y su mano se impregnó de babas de lacerador. Hizo una mueca y se la enseñó a Minho, quien la miró asqueado y se la apartó con diversión.

Thomas: Idiota —murmuró, limpiando su mano en la pared.

Minho: Serás cerdo —miró a su pareja incrédulo.

______ los ignoró y pisó en agujero. Frunció el ceño al no ver nada y miró a los chicos una vez más antes de mirar de nuevo hacia delante.

Thomas: ¿Cerdo? ¡Serás pingajo!

Minho: Asqueroso, la mano no se limpia en la pared —le respondió, mirando la pared asqueado.

Thomas: ¿Preferías tu manga? ¿O tu pantalón?

Otro sonido se escuchó de nuevo.

"Acceso denegado".

Entonces los dos que discutían miraron hacia el frente de nuevo. Abrieron los ojos al ver a ______ dentro, y se alteraron.

Thomas: ¡Hey! ¡Sal de ahí, ya! ¡No sabemos lo que hay ahí dentro! —le gritó, su voz haciendo eco por el agujero, aunque apenas la veía.

Minho: ¿Seguro que está ahí dentro? Puede que se haya caído por uno de los lados —añadió, mirando hacia la derecha y luego hacia la izquierda con una mueca.

Never stop running Donde viven las historias. Descúbrelo ahora