Imperio [Poder #2].

9. El regalo de los recuerdos eternos.

31 de diciembre de 2222.

- Iba a traicionarte - Le repito a Edward quien tiene la cabeza entre sus manos, sentado en la silla de su escritorio - Ni siquiera lo dudo, iba a hacerlo. Se que a veces la desesperación del momento puede ganarte, pero podría decapitarte, Edward, no es algo que se tome a la ligera, no puedes culparme por dudar de Alex a causa de todo esto.

Edward deja salir un suspiro y se endereza mirándome a los ojos - No creo que Alex quiera el trono.

- ¿Cómo puedes estar seguro? Piénsalo bien, Edward, tú y él fueron los únicos que salieron intactos en el ataque de Lennox, él vive en el palacio y aunque no le contamos nada sobre las armas de Theramus pudo haber escuchado algo, hay muchas maneras en las que se pudo haber enterado.

- Matar a Charles es algo demasiado extremo, Rose, a pesar de todo no creo a Alex capaz de hacer algo así.

Dejo salir un suspiro y me alejo del escritorio para caminar por la oficina esperando que eso me ayude a pensar con claridad - Tampoco creí que sería capaz de entregarte y acusarte para que seas ejecutado, y aun así lo hizo, para este punto, ya no sé quién es quién.

- Alex no mató a Charles - Me repite cansado.

- Pero ¿cómo puedes saberlo?

Se queda en silencio un momento tratando de pensar lógicamente, o a que un ángel venga del cielo a darnos la respuesta.

- Por favor - Le pido acercándome a el - Por favor, ayúdame a investigar, Edward, no podré vivir tranquila hasta que sepa quien le hizo algo tan cruel a mi hermano.

Sus ojos miel se encuentran con los míos, tiene ojeras, parece que no ha dormido nada y lo entiendo, durante las últimas horas a estado al pendiente de la salud de Alexander ya que aún no sabemos todos los efectos del Theramus a la perfección. Sin embargo, no podía ocultarle esto, tenía que contarle la razón por la que William le disparo a Alexander.

- Sabes que lo apruebes o no, yo investigare, y no descansare hasta llegar al fondo de todo esto, pero con tu ayuda será todo más fácil - Le digo sin perder el contacto visual - Por favor.

- Sabes que sí, Rose - Me dice con voz bajita - Pero necesito que comprendas que esto me duele, lo considero mi hermano, e iba a traicionarme.

- Lo sé, cariño - tomo sus manos y las rodeo con las mías - Lo sé, pero necesitamos saber si Alex hizo algo más. Necesitamos saber si él es nuestro verdadero enemigo.

Es en ese preciso instante en el que cruza por mi cabeza un solo nombre: Valery.

¿Qué tal si Alex este aliado con los Domanov y está manipulando a Valery? O ¿Qué tal si el odio entre ellos siempre ha sido fingido y solo están haciendo complots contra nosotros?

Joder, siento que estoy nada de enloquecer con tantas teorías estúpidas haciendo eco en mi cabeza.

- Todo estará bien - Me promete - Yo lo resolveré, solo te pido que estés tranquila, por ti, por nuestros bebes, por mí y por Salvatore. Podría soportar la traición de Alex, pero no podría soportar si algo te llegara a pasar por todo el estrés y ansiedad que sé que estás sintiendo.

Quiero creerle, pero muy en el fondo sé que no es así, de hecho, sé que las cosas seguirán empeorando y tengo miedo de que todo se salga de control. Se que estamos lejos de estar bien, y sé que él también lo sabe.

Lo único que pido es que no haya una cuarta guerra mundial, porque simplemente nadie está listo para eso.

Tocan a la puerta de la oficina y un mayordomo se hace presente cuando le permitimos la entrada