Imperio [Poder #2].

40. Me siento tan cerca de ti ahora mismo.

31 de octubre, 2224

Tal y como lo había supuesto el palacio estaba hecho un completo desastre cuando Edward y yo regresamos después de nuestra cena aquel día de Julio.

Alex había tenido la grandiosa idea de hacer un pastel para los mellizos, sin embargo las cosas no salieron como lo había planeado y la cocina terminó llena de harina, huevos rotos y un intento de pastel quemado en el horno.

Fue caótico, pero al menos los mellizos se cansaron y cuando Edward y yo llegamos ya estaban dormidos.

Al final, decidimos que Alex pasó la prueba, o al menos gran parte de ella. Sea como sea al menos no destruyó todo el lugar y eso ya es mucho decir.

En fin, hoy es Halloween, el primero que celebraremos después de la guerra. Es la primera celebración en la que la gente se está empezando a sentir más cómoda y segura de festejar.

Aun hay muchisimas cosas que arreglar, la recuperación de una guerra la mayoría del tiempo tarda mas que la guerra por sí misma, pero estamos trabajando en ello poco a poco.

Todos nos estamos recuperando, lento pero seguro.

En estos momentos Edward y yo estamos en el orfanato que solíamos visitar cuando recién me mude a Salvatore, no hemos venido en muchisimo tiempo y siento que ya lo necesitamos.

Ahora bien, ¿cómo ha cambiado mi relación con Edward durante estos últimos tres meses? No ha cambiado mucho. Seguimos teniendo citas espontáneas, pero no hemos tenido nada de nada. Ni siquiera nos hemos besado otra vez desde la boda Valex, y estoy bien con eso.

¿Que mas puedo decir? Estoy mejorando bastante, las pesadillas están siendo cada vez menos frecuentes, y cada vez me siento más en paz.

Me siento bien.

- ¡Son la cosita más tierna del mundo! - Exclama a una niña de alrededor de unos ocho años cuando me arrodillo para dejar que Lana y Ethan se pongan de pie por su propia cuenta.

Le dedico una sonrisa - Muchas gracias.

Lana se nota muy feliz de estar rodeada de tantos niños pequeños, mientras que Ethan tiene un rostro un tanto más antipático, como si nadie de aqui mereciera estar cerca de él.

No se porque presiento que Ethan nos hará pagar todo el mal que hemos hecho.

Tal y como lo había presentido Ethan se voltea hacia mí y me hace ese pucherito que solo muestra cuando se va a echar a llorar - Mami - Susurra alzando sus manitas para que lo cargue.

Lana por otra parte se ríe a carcajadas cuando una de las niñas le muestra su muñeca y lo último que quiere es volver a los brazos de cualquiera de nosotros.

Al final decido no torturar más a mi hijo y lo cargo parando de inmediato su llanto. Ethan me rodea el cuello con sus bracitos y se recarga en mi pecho feliz de haberse librado de convivir con otros niños.

- ¿No le caemos bien? - Me pregunta un niño de unos seis años casi dolido por el desplante de mi hijo.

- No es eso - Le aclaro de inmediato - Es que Ethan aun es muy pequeño y no está acostumbrado a estar rodeado de tantas personas, especialmente de personas que no ha visto nunca. Puede resultar abrumador para los bebés un cambio tan drástico de ambiente.

Casi como si quisiera demostrar que está de acuerdo con lo que he dicho Ethan se acurruca aún más contra mi haciéndonos saber a todos que no piensa convivir con nadie más que con Edward y conmigo. Bueno, conmigo.

Edward se ve genuinamente feliz rodeado de tantos niños. Siempre ha sido fácil para el desenvolverse con ellos. Para ser honesta desde la primera vez que vinimos a este lugar y lo vi conviviendo con todo estos pequeñines yo sabia que seria un padre excelente, de hecho sabía que él eventualmente querría ser padre.