27 de marzo 2223.
- Honestamente no sé qué tan buena idea sea esto - Me dice por milésima vez viéndome con esa estúpida mirada seria de británico idiota.
El holograma lo hace ver real, como si de verdad estuviera en la habitación, así que me acerco a él como si en serio pudiera sentir mi presencia y la amenaza en ella - Me siento asfixiada, y siento que terminare teniendo un maldito ataque de ansiedad si no salgo de aquí lo más pronto posible. Necesito escapar de Salvatore, William.
- Hablas como si te tuviera secuestrada.
- Bueno, no está muy lejos de la realidad, no puedo salir del castillo sin supervisión y decenas de guardias pisándome los talones, es humillante y asfixiante.
William enarca una ceja - Joder, la situación si esta grave.
- Jamás creí que sería capaz de hacer esto - Musito sentándome en uno de los sillones sintiéndome repentinamente agotada.
- ¿Ya tiene fecha para dar a luz? - Me pregunta recargándose en el sofá en el que está sentado.
- Así es, y la verdad es que me resulta jodidamente irónico - Le digo rodando los ojos.
Frunce el ceño - ¿Por qué?
- La cesárea está programada para el 9 de junio - Le comento antes de meter una cucharada de pastel a mi boca - En el cumpleaños de Edward.
William sonríe sorprendido - Así que los mellizos compartirán cumpleaños con su padre.
Asiento - Espero que como mínimo se parezcan a mí.
La verdad es que no, muy en el fondo quiero que se parezcan a Edward, porque a pesar de todo y sin importar lo que él o cualquier otra persona diga, yo lo amo.
William se queda callado, pensando en que decirme mientras yo sigo comiendo, porque al parecer es lo único que sé hacer en estos momentos.
De repente asiente como si ya hubiera aprobado mentalmente su monólogo - Edward y tu necesitan plantar sus traseros en un puto sillón y sentarse a platicar seriamente.
Ruedo los ojos - William...
- No - Dice alzando la voz - Me llamaste para pedirme ayuda, y yo no te la daré hasta darte mi opinión sobre el tema - Se aclara la garganta preparándose para darme el mayor sermón del mundo - Estas embarazada Rose, ¿sabes lo que eso significa? que en menos de tres malditos meses vas a tener a dos pequeños seres humanos que dependerán por completo de Edward y de ti. Dos seres humanos que aprenderán de ustedes y serán criados y educados por ustedes. Así que confíen o no en el otro, pues tendrán que convivir, Rose, porque serán padres y sin importar lo que pase, seguirán siendo padres. Los hijos no son un puto capricho de un día, y desgraciadamente es así como Edward y tú lo tomaron. ¿Sabes cuántas mujeres solteras existen? Afortunadamente no tantas como en la antigüedad, pero las hay, así que adelante, Rose, pregúntales si no desearían que el padre de sus hijos tuviera huevos y hubiera tomado la responsabilidad que le corresponde, pregúntales si no desearían que sus hijos pudieran crecer con su padre a su lado, pregúntales si ha sido fácil, porque créeme que las respuestas a esas preguntas son bastante obvias, y ahora ¿me estas viniendo a decir que solo porque se te da la maldita gana quieres largarte con tus hijos y quitarle tanto la responsabilidad como el derecho a Edward de ser parte de sus vidas?, ¿qué clase de persona le hace eso a sus propios hijos de forma voluntaria? Edward quiere ser parte de la vida de sus hijos, y tomar la responsabilidad que sabe que tiene, porque lo creas o no se nota enseguida que esos bebés son su adoración, y ¿tú se los quieres quitar para castigarlo por una pelea que es entre tu y él? No sé si recuerdes que ahora no solo tienes que pensar en ti y en tus deseos egoístas, ahora también tendrás que pensar en tus hijos y en lo que ellos necesitan. Perdóname, Rose, pero yo no seré cómplice de tal barbaridad, creo que desde un inicio te dije que yo no sería parte de una batalla de amores y desamores, y menos cuando la vida de dos inocentes, sus necesidades y su felicidad están en juego porque sus malditos padres son unos inmaduros de mierda que no saben en lo que se metieron.
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Imperio [Poder #2].
Roman d'amourLa muerte de su hermano ha dejado a Rose hecha un completo lío. Ha perdido a su confidente, a esa persona que estuvo con ella en las buenas y en las malas, la única persona que nunca la juzgó a pesar de todo lo malo que alguna vez ella hizo. Ahora...