15. Correr o morir.

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15 de mayo, 2223.

- Quedo precioso - Comento llena de felicidad cuando veo el cuarto de mis salvadores, quieren por fin estarán conmigo en tan solo un mes más.

Edward tiene una sonrisa de oreja a oreja que resalta esos preciosos hoyuelos tan jodidamente perfectos que tiene - Es tal y como tú y yo lo habíamos imaginado.

De verdad lo es. La habitación es de colores neutros con dos cunas de oro a cada lado de la recamara. Hay "nubes" colgando del techo y estampas en forma de estrellas con luz que iluminan un poco el lugar. También mande poner unas plantitas que le dan un toque pintoresco, natural y bonito.

Se que es demasiado pronto, pero aun así hay un pequeño tobogán en el medio, una piscina con bolitas de plástico, un estante lleno de libros infantiles y un montón de peluches que me hacen acariciar mi gigante vientre de manera automática.

Ya quiero conocerlos.

Edward y yo nos volteamos a ver con la más grande sonrisa en nuestros labios y nos adentramos un poco más a la habitación para apreciarla a mayor profundidad.

No estamos bien y me ha costado mucho aceptarlo. Mi pequeña manipulación basada en besos funciono durante unos minutos, unas horas, toda la noche mientras me hacía suya, pero no duró demasiado. Edward está alejándose poco a poco e incluso escuche que ordeno citas para retomar la terapia que ambos abandonamos.

El está dispuesto a ser la mejor versión de sí mismo para nuestros hijos, pero yo no sé cómo ser mi mejor versión.

Ruego por recibir la respuesta cuando los vea por primera vez

Se que yo ya no soy la prioridad de Edward, pero estoy bien con eso. Mientras su prioridad siempre sean nuestros hijos, estaré bien con eso.

Ya le lloré, ya le rogué, ya me rebajé lo más que pude y no pienso hacerlo más. Supongo que esto siempre estuvo destinado a acabar así.

Nos divorciaremos, pero lo haremos cuando los mellizos hayan nacido porque queremos solo enfocarnos en ellos.

- Joder, quedo hermoso - Dice Alex desde la puerta, antes de adentrarse para empezar a husmear.

Su relación con Edward tampoco es la misma, pero arreglaron las cosas y se llevan bien dentro de lo que cabe.

- ¿Le compraron libros de Alejando Magno a dos bebes que todavía ni nacen?

Volteo hacia el confundida y observo el libro que está sosteniendo, el cual tiene como título: Estrategia, el conocimiento secreto de Alejandro Magno.

Dirijo la mirada hacia Edward con reproche - No pienso leerles a mis hijos estrategias militares.

Frunce el ceño ofendido - Nunca se es demasiado joven para aprender sobre el rey más grande e increíble que ha pisado la tierra.

Ruedo los ojos, aunque honestamente ya me lo esperaba.

No pasa mucho tiempo cuando todos los demás se unen a nosotros para ver el dormitorio de mis niños y me alegra ver como todos tienen sonrisas genuinas en sus rostros.

- ¿Iván vendrá? - Me pregunta Emma acariciando uno de los peluches que están en la cama de Ethan.

Asiento sentándome en uno de los sillones color miel - Si, solo tiene que arreglar unas cosas en Lennox. Me dijo que por nada del mundo se perderá el nacimiento de los mellizos.

Aun me duele hablar con Iván. es como un constante recordatorio de lo efímera que fue la felicidad de Charlie.

- Me encanta - Dice Valery acostándose en la acolchonada alfombra con coronitas bordadas en ella - Joder, me ofrezco para ser la niñera si eso significa poder estar en esta habitación todos los días.

Imperio [Poder #2].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora