30 de octubre, 2223.
Abro los ojos y un dolor insoportable de cabeza me invade. Un dolor tan fuerte que temo podría morir en este mismo instante. Un dolor que jamás había experimentado antes.
Trato de ubicarme, de recordar lo que pasó, pero mi vista aún está un poco borrosa y aunque lo intento no puedo moverme mucho porque hay algo pesado reteniendo mis muñecas y mis tobillos.
Cierro los ojos e intento concentrarme. Intento recordar que carajos pasó.
Y entonces absolutamente todo viene a mi mente, como un estúpido y cruel caleidoscopio cuando mi vista se enfoca en él y su voz inunda el lugar.
- Joder, por fin despertaste. Por un momento creí que estabas muerta.
Iván se acerca a mí con una sonrisa. Una sonrisa que jamás había mostrado. Una sonrisa llena de perversidad y maldad.
Intento llevar una mano a mi cabeza para asegurarme de que ya no estoy sangrando, pero mi mano está completamente inmóvil. Me toma unos segundos reaccionar. Unos segundos procesar todo. Pero cuando lo hago me doy cuenta de que mis manos están atadas a pesadas cadenas.
Estoy confundida y adolorida. Probablemente Iván se da cuenta de eso porque decide arrastrar una silla hasta posicionarla frente a mí y después tomar asiento con toda la calma y tranquilidad del mundo.
Como si yo no estuviera muriendo en vida, confundida y llena de dolor.
- Te prometí que te traería aquí para mostrarte al asesino de Charles, ¿no? Bueno aquí está, Rose - Me dice recargándose en la silla, con la pierna derecha descansando en su rodilla izquierda - Un placer por fin conocerte - Se "presenta" lleno de burla.
Por un momento no logro reaccionar, no logro procesar lo que me ha dicho, no logro gesticular ni una sola palabra, ni un solo gesto.
- Te ves confundida. Supongo que es normal, claramente, así que permíteme contártelo todo - Se prepara como si estuviera a punto de contar la mejor historia que podrías escuchar - Todo se remota a un pequeño Iván, hijo de condes, sin mucha relevancia, ni mucho poder, pero con mucho dinero. Desde siempre supe que quería más en esta maldita vida. Supongo que en eso nos parecemos tú y yo, ¿cierto?
No tengo palabras que expresen lo que estoy sintiendo en este preciso instante, así que me quedo callada.
- No tienes derecho de juzgarme. Nunca lo tendrás, Rose. Ten eso en cuenta.
- ¡Asesinaste a mi hermano, hijo de puta! - Le grito molesta, no solo con él, sino conmigo misma. ¿Como pude ser tan estúpida? - ¡Todo este puto tiempo has sido tú!
Sonríe con un puto orgullo que juro por dios que le voy a quitar - Así es - Entonces, comienza a reírse como un puto psicópata de mierda. Comienza a reírse como si este fuera el show más divertido de su maldita vida. Como si le acabaran de contar el chiste más gracioso del mundo - ¡Sorpresa!
Quiero borrarle esa maldita sonrisa, pero no puedo moverme, no puedo hacer nada y eso me hace sentir jodidamente impotente.
- Desde que era niño vi como todo mundo alababa y adoraba al principito Edward. Vi como todos querían ser el, como solo por nacer en esa familia ya tenía la vida resuelta - Continúa introduciendo su maldita historia de mierda - Mi padre murió cuando yo tenía cinco años y la cobarde que me engendro se largó dejándome encargado con los sirvientes. Mi suerte fue que mi padre dejo su dinero a mi nombre, no al de ella. Y supe que tenía que aprovechar eso. Tú en algún momento te dijiste a ti misma que valías demasiado como para ser una simple princesita a la que vendían como si fuera simple mercancía. Bueno, pues yo también valía demasiado como para ser un simple y huérfano conde con mucho dinero, pero nulo poder. Es por eso que no tienes el puto derecho de juzgarme. Te está doliendo porque fue a Charles al que asesine, pero si hubiera sido alguien más te hubiera valido un carajo, porque así son las personas como tú, se creen que todos son inferiores y que ustedes son los únicos que pueden pisotear a los demás, pero cuando nosotros los pisoteamos a ustedes, ahora si son muy morales y toda esa mierda. Yo no hice nada que tu no hubieras hecho en mi posición. Te recuerdo que tu planeabas asesinar a Edward y la única razón por la que no lo hiciste es porque fuiste lo suficientemente estúpida como para enamorarte del enemigo. Yo tuve la inteligencia que ninguno de ustedes tuvo.
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Imperio [Poder #2].
RomanceLa muerte de su hermano ha dejado a Rose hecha un completo lío. Ha perdido a su confidente, a esa persona que estuvo con ella en las buenas y en las malas, la única persona que nunca la juzgó a pesar de todo lo malo que alguna vez ella hizo. Ahora...