Febrero trajo días más equilibrados, ahora casi la mitad de ellos eran soleados, o dejaban entrever el sol durante algún tiempo, hacía más fácil seguir las instrucciones de Mina, hacía más fácil discutir con la voz quejumbrosa.Aun así, lo intentó, por Jaebeom, por su cachorro, persistió en intentar comer, en caminar todos los días bajo el hielo y el frío, en relacionarse con sus amigos, en los días soleados hacía un esfuerzo extra, aunque Mina intentaba convencerle de que lo hiciera todos los días, no sólo los soleados.
A mediados de febrero, se despertó incluso antes de lo habitual, con la espalda dolorida, era extraño, no estaba seguro de por qué, no había hecho nada que lo justificara, aunque habían intimado una vez más desde el cumpleaños de Jaebeom, habían hecho el amor lenta y dulcemente, desde luego, nada que lo justificara.
Pero el sol había vuelto, el cielo era de un hermoso e inmaculado azul hasta donde alcanzaba la vista, el aire estaba tan helado como siempre, si no más, pero podía levantar la cara y sentir algo de calor, aceptó el dolor de espalda como un síntoma del embarazo y prefirió no preocupar a Jaebeom, para intentar compensarlo, incluso le propuso desayunar con los demás, Jaebeom parecía sorprendido, pero muy contento.
Junseo no estaba allí, por suerte, algo sobre una reunión temprano, Hana parecía contenta de verlo, Youngjae incluso se abalanzó sobre él para abrazarlo, Jaebeom rondaba mucho más de lo que recordaba, pero últimamente lo hacía, probablemente por el embarazo.
Estaban dando la vuelta habitual a la muralla del palacio, tomados del brazo, cuando el dolor de espalda empeoró, luego se extendió al estómago, sentía que su paso se ralentizaba cuanto más caminaban, pero aun así persistió, Jaebeom le observaba como un halcón.
- ¿Por qué no volvemos? Puedes sentarte en el balcón.-
Jinyoung logró esbozar una leve sonrisa.- No, estoy bien, sólo cansado.- apoyando una mano en su brazo, preguntó.- ¿Podemos pasar por el retrete? Luego... Hace mucho que no veo a Grace, ¿Podríamos intentar caminar hasta los establos?.-
No quería causar demasiados problemas, pero no había esperado una reacción tan vívida por parte de Jaebeom, su vínculo se iluminó, al igual que su rostro.- ¿Sí? ¿Te apetece?.-
- Sí, quiero.-
Empuñando un puño hacia delante y hacia arriba, Jaebeom anunció en un tono muy cañero.- ¡A las letrinas!.-
Jinyoung suspiró pacientemente, pero esbozó una sonrisa, su marido podía ser decididamente tonto a veces, pero era entrañable, ¿Cuánto hacía que no veía esa faceta suya? Demasiado, tenía que moverse más, pero ya se lo había dicho a sí mismo, con resultados dispares.
Bajaron las escaleras del muro y se dirigieron al grupo de retretes más cercano, Jinyoung soltó el brazo que había estado sosteniendo, tratando de no cambiar su andar mientras caminaba hacia la puerta vacía más cercana, se sentía extraño, ¿No lo había logrado? Divinidad, esperaba que no, Dahyun había dicho que necesitaría orinar más a menudo, pero seguramente no podía ser el caso todavía, ¿verdad?.
Corrió el cerrojo para asegurar la puerta del retrete y se dispuso a desabrocharse las distintas capas lo suficiente para poder hacer sus necesidades, se metió los guantes en un bolsillo del abrigo, se desabrochó el abrigo y se subió varias túnicas hasta encontrar su cinturón, el Omega estaba tan concentrado en su tarea que no notó el olor a sangre, sofocado por todas las capas, hasta que por fin consiguió bajarse los pantalones y la ropa interior.
Jinyoung se quedó helado, sin aliento, cuando por fin percibió el olor, y el horror lo atravesó como una lanza de hielo, había sangre dentro de sus pantalones, mucha más de la que Dahyun le había advertido, suficiente para filtrarse a través de la tela del lomo, en su primer par de pantalones, y estaba empezando a filtrarse a través de la segunda capa.
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✧❂✧ The Sun of Huntra
FantasyJinyoung, príncipe primogénito de la corona Enoquiana, ha vivido su vida en gran medida fuera de la vista del público, su padre es un firme partidario de la tradición, y tener un Omega como primogénito es vergonzoso, Jinyoung ni siquiera heredó la r...