≡。゚Chapter 34

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Jongin no fue convocado para sus primeras lecciones de espada durante un mes, las tormentas de abril parecían ser más agua que nieve, lo cual era mejor, a su manera, seguía haciendo frío, pero soportable, o tal vez ésa era su percepción.

Jaebeom había tenido razón, aquí veía más el sol, no era mucho, atisbos, un minuto aquí, una hora allá, pero se asomaba entre las nubes con más frecuencia.

Aun así, lo tomaba un día a la vez, había escrito su revelación en su diario y luego se lo había dado a Mina, que había venido con ellos, era más fácil que decirlo en voz alta, parecía complacida de que él hubiera reconocido lo mucho que Jaebeom se preocupaba por él, aunque no estuviera de acuerdo con ello, por así decirlo, por lo menos, admitió que sus nuevas motivaciones eran sólidas, no eran sólo cerebrales, eran instintivas, podía aprovechar sus propios instintos para ayudarle a luchar, no había pensado en eso.

Cada día, el Omega se levantaba de la cama, se obligaba a comer algo, se obligaba a bajar a los establos, se obligaba a dar una vuelta por la muralla circular, ya estaba totalmente reconstruida, fortificada con piedra y hechizos, algunos días eran más duros que otros, pero lo hacía, por todos los dioses que lo hacía, aunque tuviera que envolverse en tela engrasada para protegerse de la lluvia helada, aunque no sintiera la cara ni los dedos de los pies al volver a la torre.

Seguía durmiendo mucho, doce horas al día si no había sol, a veces más, así que se esforzaba cuando estaba despierto, aunque fuera lo único que hiciera ese día.

A medida que los días se hacían más largos y el sol lo visitaba con más frecuencia, empezó a ayudar a Jackson a ordenar viejos textos, fue entonces cuando Jaebeom decidió que era hora de llamar a Jongin, Jinyoung se había enfadado por haber sido apartado de textos tan antiguos que eran artefactos, pero su compañero se puso firme, al parecer, quería darle a Jinyoung una forma de hacer ejercicio dentro de casa, para que no se quedara estornudando en un baño caliente después, el leopardo no tenía idea de por qué estaba tan molesto, sólo había sucedido dos veces, y él que pensaba que Jaebeom estaría contento con sus progresos.

Jongin, aprendió, no aceptaba absolutamente ninguna mierda, ninguna, después de su primera lección, Jinyoung se había ido directamente a la cama y no había salido de sus habitaciones en todo el día, pero el segundo día se levantó y vio que brillaba el sol, bajó las escaleras, desayunó rápidamente y se dirigió al patio de entrenamiento, donde Jongin estaba jugando con algunos de los soldados apostados allí.

Le habían dado una paliza, se había convertido en algo habitual, pero volvió a levantarse, siguió adelante, se enfrentó a Jongin de frente, respondiendo a sus ocurrencias con la misma rapidez con la que el Beta de lengua afilada se las lanzaba, al principio se trataba sobre todo de ejercicios, con un trato brusco y correcciones, órdenes ladradas mientras lo ponían en forma, Jongin lo presionaba mucho, más que los instructores que había visto en el Edén, y su comentario dolía casi tanto como la espada de práctica que utilizaba para golpear una forma deficiente con el fin de demostrar algo, si fuera humano, las manos de Jinyoung habrían estado negras y azules. Sin mencionar que los músculos le dolían en lugares que no sabía que podían doler tanto.

Aún le costaba levantarse de la cama, a veces, lo único que hacía en un día era comer y caminar hasta las zonas de entrenamiento para recibir su paliza diaria, pero lo hacía, se levantaba, comía algo, se movía, una vez a la semana incluso podía desplazarse durante un tiempo, caminando por la playa con Jaebeom saltando arriba y abajo por las orillas de guijarros.

Abril se convirtió en mayo, las lluvias primaverales fueron desapareciendo, se trajeron suministros para reparar los muelles, los días calentaban un poco, Jinyoung por fin estaba dispuesto a quitar una de las numerosas mantas de su cama, la gente en busca de trabajo se dirigía lentamente a Líbano, algunos se ocupaban de la tierra, preparándola para ser cultivada, mientras otros se reunían para trabajar en los nuevos muelles, otros se dedicaban a hacer que la universidad volviera a ser plenamente utilizable, a Jackson le había molestado que tardaran tanto, y no perdió el tiempo una vez que le dieron el visto bueno.

✧❂✧ The Sun of HuntraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora