Capítulo 3

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˖⁺‧₊Destino irónico☾₊‧⁺˖⋆♥

Garu entre más corría siguiendo el hilo, más aterrado se sentía, su corazón latía a mil por hora, por lo que se detuvo en seco... ¿y si era mala idea conocer a esa persona? ¿qué tal si esa persona ya tiene su pareja o simplemente no le importa el hilo rojo al igual que él? no es que tuviera la mejor experiencia en cuanto al amor gracias a Pucca, quien seguro vería su hilo unido con alguien más y lo dejaría en paz, entonces... ¿para qué seguir?

     Iba a desistir... pero observó bien el camino por el que estaba yendo... le era conocido... pero era imposible que su alma gemela estuviera por ahí ¿verdad?

     Volvió a seguir el hilo, deseando que no fuera verdad, que ese camino no fuera directo a la guarida de Tobe, eso le hizo apresurar de nuevo el paso, corriendo casi desesperado e intentando mantener su respiración normal, su corazón latía aún más rápido, como si de un ratón asustado se tratara.

       Cuando llegó... deseo jamás haberlo hecho... no solo estaba frente a la guarida de su rival... el ninja de cicatriz estaba afuera con un hilo en su meñique, al verse frente a frente, y luego desviar sus miradas para ver sus hilos, sus ojos se abrieron con sorpresa y horror... estaban unidos por el hilo rojo del destino.

     —...Esto debe ser una maldita broma. —dijo Tobe sonriendo incrédulo mientras su mirada delataba su enojo y desagrado ante tal idea.

Garu sudó frío mientras, su corazon parecía haberse detenido, o latía tan rápido que ni lo escuchaba u sentía, retrocedió aterrado y sintiendo que iba a desmayarse, incluso a llorar de frustración.

«¡No puede ser, esto es una pesadilla! ¡¡NO PUEDE SER VERDAD!!» pensó.

      —Deja de verme así, para mi también resulta desagradable tener esta cosa unida a ti —espetó con frialdad y sacó sus espadas—. Matarte podría arreglar esto. —sonrió de forma torcida.

       Garu sin pensar en su orgullo, salió corriendo de ahí aún más rápido, para su fortuna suya, sin ser perseguido por Tobe, y poco a poco... sus lágrimas fueron deslizándose, no estaba decepcionado... estaba aterrado.

     Pucca había corrido tan rápido que no había tardado en encontrar el otro extremo de su hilo

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     Pucca había corrido tan rápido que no había tardado en encontrar el otro extremo de su hilo... el cual estaba unido al meñique de Ring-Ring, quien al cruzar su mirada con la de Pucca y luego ver el hilo que las unía, una cara de desagrado y enojo se formó en su perfecto rostro.

     —Tu... —susurro Ring-Ring.

     Mientras los demás celebraban haber encontrado su pareja predestinada, Ring-Ring comenzó a sacar su Yang invocando a la diosa del viento, gritó furiosa hacia Pucca quien resistió la corriente de viento cubriéndose, la de ahora ojos rojos terminó huyendo de ahí molesta y destruyendo todo a su paso.

     Todos miraron la escena asustados, jamás vieron a Ring-Ring enojada de la nada, miraron a Pucca que tenía la cabeza baja sin mirar a nadie, sus tíos se acercaron a ella preocupados.

     —Pucca, ¿te encuentras bien? —preguntó su tío Dumpling tocando su hombro.

     Pucca temblaba mientras apretaba sus puños, al final solo respondió con un sollozo y luego con un grito soltando tantas lágrimas que terminó alejando a sus tíos con ellas debido a la presión con la que las soltaba, se fue corriendo de ahí dejando el piso inundado.

Sus ilusiones habían sido pulverizadas

Y sentía que toda su vida había vivido una mentira, que su relación con Garu... nunca fue parte de su destino.

Resulta que estaba unida a la persona que más la odiaba en Sooga...

Su destino estaba atado al de Ring Ring.

¿Por qué tenía que saberlo? el destino ahora... le parecía una broma cruel... alguien que le dio el golpe más fuerte en su vida...

Habían golpeado sus emociones y sentimientos

Terminaron matando sus sueños

Y enterrando su corazón destrozado

Deseaba nunca haber visto ese
maldito hilo rojo.

    Garu despertó en su cama, estaba mareado y algo desorientado, se sentó y talló sus ojos que estaban hinchados, ardían mucho, y sus pies le dolían más que nunca, mientras tallaba sus ojos, notó el hilo rojo atado a su meñique, y entonces record...

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Garu despertó en su cama, estaba mareado y algo desorientado, se sentó y talló sus ojos que estaban hinchados, ardían mucho, y sus pies le dolían más que nunca, mientras tallaba sus ojos, notó el hilo rojo atado a su meñique, y entonces recordó todo de golpe: como había escapado de Pucca, lo rápido que había corrido siguiendo su hilo... y que este estaba unido a Tobe.

«¿Por qué tenía que ser él? ni siquiera me soporta, solo quiere vengarse de mi»

     Pensó mientras cubría su rostro, odiaba sentirse así, no pensó que librarse de su atadura con Pucca lo llevaría a un destino aparentemente peor... ¿sería un karma por haber sido cobarde y depender del hilo para alejarse de Pucca definitivamente?

Opto por ponerse de pie y ducharse, vestirse, desayunar, y tomar su espada para luego salir, encontrándose con una inundación que estaba siendo atendida por la pequeña gente sonriente que tiraba el agua al río, debido a su casa repleta de defensas y trampas, el agua no afectó en absoluto su hogar mientras dormía, comenzó a ayudar a la gente sonriente utilizando sus trucos de artes marciales

      «¿De dónde vino tanta agua?» pensó confundido.

Pero vio cómo el agua desde lejos estaba siendo apartada y volviéndose una especie de ola, se sintió aterrado al ver que era Pucca que venía corriendo hacia él a toda velocidad, iba a escapar, pero ella saltó y lo derribó tirándolo al suelo, Garu soltó un quejido, comenzó a removerse, pero ella tomó su mano donde estaba el hilo rojo.

Garu la miró y se asustó sudando frío, la cara de Pucca era aterradora, sus ojos reflejaban enojo y consternación, pensaba que cuando la de camisa roja encontrase a su alma gemela, se olvidaría de él y estaría feliz... pero se veía igual o peor que él al descubrir a quien estaba unido su hilo.

Ella jaló su meñique ligeramente mientras mostraba el suyo y sus ojos nuevamente se humedecían, Garu sin necesidad de palabras, entendió que Pucca le estaba preguntando si ya sabía a quién estaba unido su hilo, él ninja solo suspiró y asintió cerrando sus ojos, no iba a mentirle, y tampoco le ocultaría a quien estaba unido, al final de cuentas la conclusión seguía siendo la misma...

Ellos no estaban unidos.

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