Capítulo 24.B

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♥⋆˖⁺‧₊Unión fortalecida☾₊‧⁺˖⋆♥

Tobe abrió sus ojos poco a poco, con mucha pesadez y sin tener ganas de hacerlo realmente... había dormido tan bien, se sentía en paz, y hacía mucho tiempo que no sentía esa calidez a la hora de dormir... al enfocar su vista, vio la causa de esa calidez y paz que sentía.

     Garu lo abrazaba estando su rostro a pocos centímetros del suyo y su cuerpo junto incluyendo sus piernas que estaban la una sobre la otra, la cercanía era tanta, que por muchas ganas que tuviera de alejarlo dándole un brutal golpe que borrase todo tipo de tranquilidad y paz en ese rostro tan angelical... eran aún más las ganas de seguir apreciándolo así de cerca, sentir su suave respiración chocando con la suya, ver esa hermosa cara y perderse en su belleza sin pensar en nada más que la bonita vista que tenía a primera hora de la mañana...

      Iba a acariciarlo, como un creciente impulso de pasar la yema de sus dedos por esa suave piel libre de imperfección, por sus labios suaves y rozados, aunque estos últimos tenía más deseos de tocarlos con propios labios... y tal impulso... lo hizo petrificarse.

«¿Que idiotez estoy pensando? ¿Como esta puede ser una "linda" mañana si tengo a este infeliz ante mi? Su estúpida cara... debería sentir ganas de destrozarla a golpes»

     Pensó y justo cuando ese nuevo pensamiento envenenó su cabeza al punto de provocar que llevase su mano al rostro de Garu con la intención de lastimarlo, vio como este se apartó antes de que lo tocase y se quejó un poco para ir despertando de a poco, bajo su mano y no tardo en ver... esos ojos con oscuros y brillantes mirándolo con... tanto amor, que era probable que ni el mismísimo Garu fuese consiente de este, más cuando hizo una sonrisa hermosa, un gesto tan raro en un rostro que se encontraba triste habitualmente...

     —¿Dormiste bien? —preguntó Tobe con una sonrisa tenue... y optó por no cuestionarse la causa de que sonriese sin poder evitarlo.

     Garu asintió y lo apuntó tocando su pecho, dando a entender que se hacía la misma pregunta respecto a Tobe.

     —Si, sabes que contigo duermo bien... —le fue tan fácil decir eso, porque internamente no era una mentira...

Garu se sonrojó un poco e inevitablemente se acercó aún más a Tobe para abrazarlo de tal modo que se acurrucó en su pecho, escuchando como los latidos de ese corazón "malvado y despiadado" aumentaban con su cercanía. Tobe notando la intención de Garu por dormir todo el día abrazado de él, no planeaba llevarle la contraria y cerró sus ojos intentando –vanamente– tranquilizar su corazón acelerado, pero el gruñido del estómago de ambos interrumpió el momento, provocando que ambos volviesen abrir sus ojos y se miraran un tanto apenados para al final sonreír.

     —Anda, ve a hacer el desayuno o te comeré a ti —bromeó Tobe y se separó del abrazo para sentarse, acomodar su ropa y luego atar su cabello en su coleta de siempre.

Garu rodó los ojos con una sonrisa y procedió a hacer lo mismo que Tobe, solo que mientras ataba sus colitas de siempre... pensó en una idea divertida, terminó de amarrar su cabello y se puso de pie para la libreta y luego la mano de Tobe que apenas iba poniéndose de pie.

—¡Oye! ¿A donde me llevas? ¡Puedo ir por mi cuenta! —pese a sus quejas, se dejó llevar por Garu y saliendo del cuarto, fueron directamente a la cocina, Garu soltó su mano y en la libreta escribió.

"Te enseñaré a cocinar ◡̈" le mostró mientras sonreía al igual que la carita que dibujo.

—...Estas bromeando ¿verdad?, si quisiera aprender a cocinar, se lo hubiera pedido a tus "ex suegros", no lo haré —se cruzó de brazos, con la vez del sándwich le bastó y le sobró de experiencia para no querer tener nada que ver con la cocina.

¡𝕸𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝐇𝒾𝓁𝑜 𝕽𝑜𝑗𝑜!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora