¡𝕸𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝐇𝒾𝓁𝑜 𝕽𝑜𝑗𝑜!

Capítulo 14

♥⋆˖⁺‧₊☽Flores, luz y perdición☾₊‧⁺˖⋆♥

Flores, todo lo que olía eran flores, las sentía sobre su rostro y manos, la brisa era relajante, si pudiera quedarse ahí para siempre, sería lindo, y más si sentía encima suyo esos labios tan suaves, no recordaba que los labios de Garu fueran tan suaves y dulces, y mucho menos que la besaran con habilidad y dominancia, besaban muy bien, era mucho más satisfactorio que antes.

Pero todo cambió cuando sus lenguas se juntaron y sintió como acariciaban su rostro, esa mano era fina, de toque gentil y elegante, sus brazos no abrazaron un cuello que fuese parte del cuerpo atlético y un tanto fuerte de su novio, ese cuello era delgado, y cuando comenzó a deslizar sus manos del cuello al pecho... ni siquiera quería decir lo que sintió.

Abrió sus ojos y se encontró a Ring-Ring besándola apasionadamente, Pucca que antes correspondía el besó gustosa, terminó apartándola de un fuerte empujón, estando asustada, sonrojada y notoriamente sorprendida.

—¡¿Que demonios haces?! —exclamó mientras cubría sus ojos.

—Buenos días, bella durmiente~ —sonrió la de pelo azul mientras gateaba hasta volver a estar encima suyo y darle un pequeño beso en la mejilla —Parece que mí besó te despertó del hechizo~ —dijo en broma, pero rápidamente terminó contra las flores y con Pucca encima suyo, quien puso sus manos en su cuello.

—¡¿Que rayos te pasa, Ring-Ring?! ¡¡Yo tengo a Garu, deja de hacer esto!! —exclamó enojada.

—Garu no está aquí querida —sonrió de lado.

—¡¿Que?! —se puso de pie y comenzó a buscarlo —¡¡GARU!! ¡¿DONDE ESTAS?! —gritó Pucca viendo a todos lados, pero ni siquiera se veía algo más allá de esa pradera de flores en la que estaban y unas montañas nevadas a lo lejos, en otro momento lo apreciaría, pero ahora gritaba desesperada el nombre de Garu.

     —Como te dije, no está aquí, deja de gritar que aún me duele mi cabeza —dijo Ring-Ring poniéndose de pie.

     —¡CÁLLATE! no puedo creer que Garu no está aquí, ¡¡¡esto es tu culpa!!! si no me hubieras jalado, e-estaríamos juntos —dijo a punto de llorar.

      —Eso fue venganza por jalarme hasta el templo del maestro Soo, ademas, ¿qué más da si él no está aquí? me tienes a mi~ —sonrio de lado.

     —...Debiste pegarte muy duro en la cabeza si crees que eso me consuela y más si hiciste "eso" m-mientras dormía —dijo alejándose.

     —¿Dirás que no te gusto que te besara? me correspondiste muy bien —señaló con diversión.

—¡Pensé que eras Garu!

—¿Garu te a besado así? —cuestionó, Pucca no supo que responder, limpió su boca mientras desviaba su mirada.

—¿Por qué me besaste? —preguntó.

—...¿Por que será?... —Ring-Ring tampoco tenía una respuesta clara al respecto, pero al final se encogió de hombros —No lo se, me nació besarte... eso es raro —contestó sin tomarle mucha importancia.

—¿¡Es en serio!? ¡Definitivamente enloqueciste, Ring-Ring! —exclamó y camino muy enojada.

—¡¿A donde vas?! —preguntó mientras la seguía.

—¡A cualquier parte de este maldito lugar mientras esté lejos de ti! —respondió Pucca de mala gana.

—¡Estas loca si piensas que te dejaré sola! —exclamó siguiéndola.