Capítulo 16.A

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˖⁺‧₊Deseos☾₊‧⁺˖⋆♥
(Parte 1)♥

Pucca y Ring-Ring llevaban horas caminando, honestamente no tenían un rumbo fijo, la de pelo azul miraba a cada rato su anillo, recordando que el fantasma del rey le había dicho que eso la ayudaría a encontrar lo que buscaba, pero hasta ahora, ni una señal con ese anillo, y cuando brillaba, no parecía ser por algo en específico, al menos eso creía...

     —¡Pucca, tengo hambre! —dijo Ring-Ring arrastrando las palabras.

—¿Y qué quieres que haga? No hay nada aquí más que flores —suspiró irritada.

—Que se yo, caza algo y cocínalo, si encuentras a un ninja, que no encuentres una liebre —se quejó.

—Estoy segura que no hay ningún animalito por aquí —susurro.

Pucca en este tiempo, había notado un par de cosas sobre este lugar, una de ellas es que jamás anochecía, tampoco había algo a parte de flores, y sin importar cuánto caminaran, era como si no se acercaran a esas montañas, y por última, su herida en el brazo había desaparecido, al ser acosada por Ring-Ring no lo noto, pero ahora, podía ver que tanto ella como su fastidiosa compañera, no tenían ni un solo rasguño, pese a haber caído por un pozo...

«¿Cual es el punto de estar en este lugar? no están las tijeras o un camino para ir por ellas... y tampoco hay comida ni agua... tampoco sabemos cómo volver... moriremos de hambre a este paso»
pensó algo mareada.

—¡Que horror! desearía que esto fuera un picnic —dijo cerrando sus ojos y estirándose mientras caminaba.

—Yo también quisiera eso... —paró abruptamente su caminata cuando vio como a unos pasos de ellas, estaba un mantel de cuadros rojos y blancos, y encima, una canasta, una botella de vino y dos copas —Ring-Ring... ¿estoy alucinando? —apuntó al picnic, haciendo que la aludida abriese sus ojos incrédula y después emocionada.

—...Yo también estoy alucinando —dijo la de vestido rosa para correr al mantel, abrió la canasta y gritó feliz al ver toda la comida que había —¡Pucca, mira! —exclamó enseñándole dos sándwiches, Pucca en menos de un segundo estuvo a su lado y tomó un sándwich.

—¡Es comida! —dijo emocionada para sacar el sándwich y comerlo, estaba hambrienta.

Ring-Ring también comenzó a comer y se sirvió vino, pero no lo hacía desesperada, lo hacía lo más tranquila que podía pese a su hambre, comparado con Pucca que bien podría parecer que competía en un concurso de comida, la de piel porcelana hizo una mueca.

—Espero que hayan servilletas —dijo viendo que más había en la canasta, lo primero que vio fue las servilletas, se las dio a Pucca y sacó el resto de la comida.

    —¡Está muy rico! ¿Crees que haya más gente aquí? —preguntó la de moños odango.

    —Lo dudo, si estamos aquí es por buscar las tijeras, ¿quien más haría eso? —respondió y cuestionó.

    —...¿¡Crees que sea Garu!? —sonrió emocionada.

    —Menos, él y Tobe no tendrían manera de conseguir esto, es como si esto hubiera aparecido por arte de... magia —miró su anillo.

«"Desearía que esto fuera un picnic"... eso fue lo que dije» pensó.

     —¿Que pasa? —preguntó Pucca mientras limpiaba las migajas de pan de su boca.

¡𝕸𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝐇𝒾𝓁𝑜 𝕽𝑜𝑗𝑜!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora