Capítulo 12

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˖⁺‧₊¿El fin justifica los medios?☾₊‧⁺˖⋆♥

Tobe tenía sus ojos bien abiertos y miraba a Garu, su cuerpo estaba inmóvil, todo parecía desaparecer a su alrededor, solo sentía los labios del pálido, moviéndose habilidosamente sobre los suyos que permanecían inmóviles, su corazón latía muy rápido, su cara estaba más roja que un tomate, el beso le producía una sensación demasiado conflictiva como para catalogarla en una emoción concreta, pero la que sintió cuando Garu se apartó fue muy clara: enojo.

     —T-tú —dijo temblando de coraje, sin embargo, su emoción fue completamente cambiada a una de terror puro cuando vio la cara de Pucca, que apretaba sus puños y tenía una cara más roja que su camisa mientras el suelo comenzaba a tronarse, finalmente dejando ver el pasadizo oculto.

—¡El pasadizo! —gritó Ring-Ring que rápidamente entro a él, Garu iba a entrar, pero vio cómo Pucca corría hacia Tobe y esté esquivaba un puñetazo de ella, el cual quebró la pared.

     —¡P-Pucca cálmate! —exclamó el de cicatriz que prefirió abrirse camino entre los soldados matándolos o dejándolos heridos con su espada.

     —¡VUELVE ACÁ! ¡¿COMO TE ATREVISTE A TOCAR A MI NOVIO?! —gritó ella que también se abría paso entre los muertos con una especie de campo alrededor de ella que hacía que lo que se le acercara se quemara...

Garu dudo un poco, pero al final los siguió cuidando de no quemarse con los cadáveres que apenas si podían moverse ahora, vio como su "novia" terminaba derribando al ninja y le daba golpes fuertes en el rostro, el de coletas corrió hacia ella intentando apartarla.

—¡SUÉLTAME, TRAIDOR! —gritó ella a punto de llorar y empujando a Garu.

      Tobe intentaba cubrirse en vano de los golpes de Pucca, los cuales ya le habían dejado la cara hinchada con moretones y raspones, ni hablar de sus brazos a poco de fracturarse.

Garu aún asustado de la brutalidad de la pálida... se acercó y la abrazó, haciendo que ella parara, más al sentir como el ninja temblaba de miedo y se aferraba a ella, él se separó para apuntar a Tobe y luego a los soldados derrotados y al mausoleo con el pasadizo abierto, dando a entender que solo lo habían hecho para que ella lograra las últimas dos cosas.

—... ¿Besaste a Tobe para que pudiéramos abrir el pasadizo y derrotar a los soldados? —preguntó ella mientras limpiaba sus lágrimas y poco a poco se calmaba, el ninja de corazón asintió varias veces y acarició sus mejillas.

Pucca cerró sus ojos, entendía bien el motivo y lo necesario que era llegar a este extremo, se dejaba consolar por las manos de Garu que poco a poco la calmaban... pero no estaban haciendo brincar su corazón de alegría como pasaba con cada muestra de cariño que antes su novio le daba, una sensación en su corazón no se iba... Pucca se sentía usada.

     —...Te creo... por un m-momento pensé que no me amabas —sollozo mientras lo miraba.

     Garu dudo un poco, se acercó y besó sus labios, Pucca notoriamente se sorprendió, sin embargo, no evitó que correspondiera, esa acción no la esperaba, y algo de alegría se alojó en su corazón dolido.

«Garu me ama... eso es lo que importa»
pensó la de moños odango.

Pucca besaba apasionadamente, no lo hacía de forma vulgar o exhibicionista, pero la intensidad en su manera de besar era solo percibida por Garu, que solo se dejaba llevar mientras cerraba sus ojos... besarse con Pucca no se sentía igual que besarse con Tobe, pero algo que comenzaba a molestarle, era que la boca suave y el esmero de Pucca no borraban los labios fríos y ásperos de Tobe que lejos de haberle desagradado... maldecía que el besó de ahora no pudiera igualar aquella sensación.

¡𝕸𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝐇𝒾𝓁𝑜 𝕽𝑜𝑗𝑜!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora