Capítulo 23

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♥⋆˖⁺‧₊Dominar los sentimientos☾₊‧⁺˖⋆♥

Ya habían pasado 4 minutos desde que Ring-Ring pidió su deseo, no sabían si tardaba en efectuarse el deseo, o si... realmente funcionaba... sin embargo, entre más minutos pasaron con un silencio tenso entre una Ring-Ring que no se atrevía a preguntar y una Pucca que no sabía que sentir, finalmente esta última decidió responder la pregunta que la contraria gritaba con la mirada.

No siento ningún cambio —respondió Pucca.

—¡¿Que?! ¡No puede ser posible! O sea, este anillo si puede manipular los sentimientos —dijo Ring-Ring consternada y molesta.

     —Pues tal vez lo mío no cuente como un sentimiento o simplemente no se pueden manipular los sentimientos como tú pensabas —suspiró, no sabía si sentirse mal de no poder deshacerse de esa atracción lastimera... o aliviada.

     —N-no, no puede ser verdad, ¡deseó que no sientas nada por mi, serte indiferente por completo! —miró a Pucca y luego al anillo que no brilló ni nada, simplemente no cumplía su deseo.

     —...Sigo igual, Ring-Ring... si ese anillo no manipula los sentimientos, eso significa que tú-

    —Cállate —la miró fulminante y el anillo brilló haciendo callar a Pucca —Tal vez sea porqué el deseo del Rey que no se cual fue, haga que yo no pueda desear nada que provoque tu indiferencia hacia mi... si... debe ser eso, ¡no hay otra explicación, ese sujeto seguramente quiere a fuerza quiere que estemos juntas y enamoradas! Pero no lo va a lograr, te lo aseguro —fue a la sala estando con sus ojos rojos de ira y su carita a poco de enrojecer y denotar sus marcas.

     Pucca la siguió y al no poder hablar, se conformó con detenerla tomándola del brazo y mirándola, la pregunta era clara:

     —¿Que voy a hacer? Te voy a demostrar que este maldito anillo si manipula los sentimientos —se zafó bruscamente y de una mesilla a lado de un sofá, tomó la bola de cristal con la que podía ver lo que ella deseara y dejó que Pucca se sentara a su lado —Quiero ver a Garu

    Pucca observó la bola de cristal y deseó internamente... jamás haberla visto... porque estaba justo en el momento donde Tobe le "confesaba sus sentimientos" a Garu.

     —Muy bien Pucca, te cumpliré lo que siempre has deseado... Deseó que Garu se enamore de Pucca.

      —

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—...No estaba queriendo intimidarte... te seduje porqué... creo que me gustas, Garu... —respondió Tobe.

      Garu abrió sus ojos con sorpresa, no se esperaba que el de cicatriz lo dijera, llegó a pensar qué tal vez solo era él queriendo molestarlo o curioseando sobre su sexualidad, sin embargo... obviando el "creo"... Tobe con esas palabras le había hecho acelerar y detener los latidos de su corazón al mismo tiempo, o así era su percepción, sintió escalofríos, sentía que ahora estaban en una situación aún más íntima que en la ducha, pues ahora no exponían sus cuerpos ante el deseo carnal... ahora estaban entrando en el terreno sentimental... esa parte que siempre a complicado la vida de Garu.

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