|CAPÍTULO 4|

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BONDAD




─Toma. ─Shigaraki le ofreció a Bakugo el látigo y se separó un poco. ─Dale diez más, y concluiremos por hoy.

Kirishima, debido a la fuerza que ejercía su mandíbula, se había mordido partes internas de la boca con los colmillos. Gotas de sangre caían al suelo por su rosto, por las heridas en las muñecas y también por las aperturas en la piel de la espalda ante los latigazos. No miraba hacia los demás, mantenía los ojos cerrados, tratando de aguantar aquella pesadilla.

─Necesito ver por mis propios ojos que eres capaz de esto. Adelante, hazlo.

Bakugo apretó los puños, sus ojos aun mantenían la mirada fija en el hibrido, su mano se alzó levemente pero no fue para darle latigazos a Kirishima, sino que, con mucho coraje, arrojó aquella arma lejos de su vista. Miró al peliblanco con desagrado. ─No lo haré. No obedezco órdenes tuyas, jodido demente. ─Los ojos de Katsuki parecieron mostrar un rojo más potente. Estaba enojado. ─Lárgate, o le diré al rey que te sobrepasaste innecesariamente, lo haré, créeme, él me ordenó eso.

Shigaraki alzó las cejas levemente, ladeó el rostro y se rascó el cuello con tranquilidad. ─Mhn, ya veo. ─Fue lo único que musitó antes de tomar su látigo y retirarse con mucha simplicidad. ─Se te estarán vigilando, Bakugo. No lo olvides.

Una vez se retiró por completo, Bakugo chasqueó la lengua y se acercó con lentitud a Kirishima, una mano vaciló en acercarse, pero el otro alzó la cabeza de repente para mirarle. Los ojos del hibrido irradiaron felicidad al ver de nuevo al rubio.

Katsuki retiró el pañuelo ensangrentado de la boca para permitirle hablar. ─Oye-

─¡Me alegra verte de nuevo, Bakugo!

El nombrado mostró un rostro de confusión total. ─¿Qué estás diciendo?

─Pensé que te había desagradado tanto y que ya no volverías más.

Bakugo tragó saliva y su ceño se frunció de repente. ─¿Por qué pensaste eso? Te acaban de masacrar ¿Y lo primero que dices es que pensaste en disgustarle a alguien?

─Mi madre me preparó toda la vida para esto, sólo, el dolor lo complica un poco. Siempre estuve preparado para el rechazo humano, Bakugo, siempre. ─Kirishima miró el cielo, ya estaba oscureciendo y sonrió un poco. ─Sólo sé que pronto estaré con mi madre, no creo tolerar el dolor por mucho tiempo, no soy tan fuerte… como ella.

Katsuki colocó un rostro difícil de comprender. ─¿Acaso no quieres luchar por tu libertad, idiota? ─Sacó un pañuelo de su bolsillo para tratar de limpiar la sangre que emanaba la boca ajena. ─¿No pretendes escapar de aquí o algo? Maldita sea, me repudia la debilidad, odio cuando alguien se da por vencido así tan rápido maldición, creí que eras más listo.

Kirishima sonrió un poco y regresó la mirada a Bakugo, se miraron por un momento. ─D-Duele… La vida, duele. ─El labio inferior tembló. ─Sin mi madre yo, no quiero vivir más. Ella murió por culpa mía y merezco morir de la peor manera posible por ello.

Bakugo apretó la mandíbula con mucha fuerza, estaba tenso. ─Sí que te han quitado las ganas de vivir ¿Eh? ─Sacó nuevamente la cantinflora y, vigilando por todos sus flancos, le dio a beber agua nuevamente al pelirrojo. No sabría lo que sucedería si alguien lo llegase a ver pues en ese rato ya había superado la limitación de agua que decretó el rey. ─Yo perdí a mis padres hace algunos años. Antes había una pequeña guerra entre este rey de mierda y otro que está a la lejanía, había bombas y tiroteos por doquier. Era todo una asquerosa mierda. La guerra se calmó tiempo después, pero se llevó la vida de mis papás. AFO me encontró y, empecé a entrenar para ser un soldado fuerte.

TIEMPO DE ADVERSIDADES |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora