|CAPÍTULO 29|

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TAZA DE TÉ



Yoichi dejó salir un jadeo cansado antes de abrir los ojos de manera lenta, por inercia buscó una mano en el aire y con rapidez, Iida tomó aquella diestra para brindarle un apretón reconfortante. ─Yoichi-sama ¿Cómo se encuentra?

El peliblanco miró a través de las cortinas en la ventana el reflejo de la luna, esa noche en específico el brillo era más espectacular, jadeó de nuevo, desviando sus ojos al joven a su lado. ─¿Kirishima ya se inyectó la última dosis? ─Su voz era amena, casi como un susurro. ─¿Está pasando algo allá afuera?

Iida cerró un momento los ojos, como si hubiese tratado todo ese tiempo de no hablar acerca de lo que estaba sucediendo detrás de esas paredes, Todoroki le había informado rápidamente de la desaparición de la chica y de los dos guardias inconscientes. Y ahora era su deber informar de la situación a su líder. Carraspeó la garganta con cuidado antes de hablar. ─El híbrido sigue en el laboratorio, la dosis ya fue inyectada, pero, hace aproximadamente dos horas la joven castaña, Uraraka, desapareció de su habitación y no la podemos encontrar, ya tenemos a varios buscando alrededor de la casa, Yoichi-sama. La encontraremos, no tiene por qué preocuparse. Momo ha ido por algunas toallas húmedas, su fiebre sigue en aumento...

El peliblanco observó la taza de té que reposaba en su mesa de noche, no había bebido todo el líquido, el sabor no se sentía como las demás veces, con un suave suspiro, llevó una mano a su cara y tapó la mitad de esta sintiendo cómo su labio inferior temblaba ligeramente. ─Será esta noche entonces ¿Eh?

Iida tragó saliva, ladeando el rostro. ─¿Disculpe?

─P-Por favor, Iida, quiero que me lleves con Kirishima, llévame a donde está él, por favor.

─¡Pero, Yoichi-sama! ¡No puedo levantarlo de la cama, usted necesita reposo absoluto! Momo me asesinaría, ella regresará pronto, lo prometo.

El peliblanco sonrió, triste y comprensivo. ─No deberías preocuparte tanto por mí, escúchame bien, allá abajo, hay un joven híbrido que necesita nuestra ayuda más que nada, él podrá protegerlos a todos ustedes, yo en cambio… mi deber era guiarlos hasta este punto, hasta él, sólo eso y así de sencillo. ─Un suspiro tembloroso le embargó. ─No quiero que se sientan mal, por favor, no se preocupen más por mí.

Iida apretó los labios. ─Yoichi-sama…

─Ahora, llévame con Kirishima, además de ello tengo que dar la orden a nuestros soldados.

─¿Orden?

Yoichi asintió, sentándose en la cama con lentitud. ─Debemos prepararnos, ha llegado la hora.

 



🍯





Bakugo corría por los pasillos a una velocidad asombrosa, portaba su espada en su diestra y en la pierna izquierda llevaba amarrada la funda para una pistola de fuego. Se había separado de Todoroki para abarcar más terreno, al no encontrar algo extraño dentro, prefirió salir al patio principal y sus esquinas. De manera automática giró los ojos hacia arriba, la luna desprendía un inmenso brillo, era tan hermoso que los alrededores se podían visualizar perfectamente.

Bakugo deslizó su cuerpo sigilosamente por las esquinas de la gran casa, una de las cejas se alzó pues ese lugar en concreto yacía bastante recóndito y obscuro. Sus botas pisaban el césped con cuidado mientras la ágil mirada se posaba en un gran arbusto que cubría al menos dos metros de altura. Sin perder tiempo caminó hacia allí para hacer a un lado las viejas ramas, y revisar, pero tan pronto sus orbes se adaptaron a la penumbra, su pie derecho pisó algo sólido y largo, algo que estaba bien escondido al fondo de las gruesas hojas.

TIEMPO DE ADVERSIDADES |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora