GUERRA
Midoriya miró aquella cara, sus ojos se invadieron de un desasosiego descomunal que le orillo a sacar de su bolsillo trasero una de sus tantas armas de batalla, esta era una pequeña escopeta con un alto potencial de destrucción. La puerta de entrada había quedada hecha cenizas, por lo que Izuku observó sigiloso a otra persona detrás de aquel pelinegro, este era un individuo pálido y con cabellera larga y clara, rascaba su cuello con tanto brío que se podía notar algo de sangre en aquella blanca piel.
─¡Dabi! ─Himiko y Todoroki no se encontraban lejos por lo que la rubia, tratando de quitarse al bicolor de encima, volteó su mirada a la entrada con desespero. ─¡Ayúdame con esto! ¡Mi cuerpo me duele! ─Aquel grito fue casi entre dientes pues Todoroki presionaba su cara contra es césped con tal fuerza que no se le permitía a la chica mover nada de su anatomía. Este mismo desvió rápidamente la mirada a donde Izuku se encontraba y al notar las dos presencias a lo lejos, se vio obligado a tragar saliva con bastante fuerza.
─No querrás dispararme. ─Dabi comenzó a entrar poco a poco con pasos sutiles. ─Te arrepentirás una vez presiones ese gatillo.─ Shigaraki le seguía en silencio, él por su parte estudió los alrededores con mucha determinación.
─¡Cierra la boca! ¿Quiénes son ustedes? ¡No permitiré que den un paso más, alto ahí! ─Midoriya exhaló fuerte fijando sus inteligentes ojos en cada movimiento adverso. ─¡Dije que te detengas!
A los pocos segundos, algunos de los soldados habían abandonado sus puestos alrededor de la gran casa para correr hacia la entrada donde yacían los enemigos, al menos diez milicianos se colocaron alrededor de Izuku y apuntaron sus armas sin vacilar contra Dabi y Shigaraki de una manera bastante rápida y audaz. ─¡No se muevan! ¡Están en una propiedad privada, es sumamente ilegal por lo que tenemos permitido disparar!
Todoroki logró levantarse junto a Toga, mantenía las manos de la chica inmóviles pues no quería ser parte de los múltiples rasguños de aquel cuerpo debido a los cristales de la ventana. La rubia estaba bastante mal herida incluyendo los dos disparos que Bakugo había hecho en ella no hace mucho, podía sentirla temblar del dolor, más sin embargo aun así decidió acercarse a la multitud de soldados junto a Izuku.
─Sólo queremos al híbrido. ─Dabi alzó ambas manos en inocencia. ─Dénoslo y nos iremos ¿No es sencillo?
Izuku frunció el ceño con molestia, su boca se abrió nuevamente, pero otra voz interrumpió sus palabras. ─¿Y quieres que confiemos en ti?
Todoroki musitó aquello con una voz neutra, tan fría y áspera que todos voltearon hacia él rápidamente, Dabi sonrió al verlo, una sonrisa de diversión total. ─Cuánto tiempo, Todoroki Shoto.
─Te ves muy mal, esas quemaduras parecen doler, ni siquiera logro reconocer tu rostro. ─El bicolor musitó aquellas palabras con toda la intención de herir, sin vacilar y con una seriedad abrumadora. Dabi borró su sonrisa y en cambio su ceño se frunció lentamente.
Shigaraki le dio una rápida mirada a su compañero antes de volver a rascarse el cuello. ─No quemes todo.
El pelinegro volvió a levantar sus brazos simulando rendición pues los soldados a su frente volvieron a realizar una vacilación de disparar, Izuku miraba de vez en vez a Todoroki ¿Acaso él conocía a esa persona? ¿A los dos?
─El fuego funde rápidamente, pero yo recomendaría un disparo en la cabeza antes de comenzar a sentir la piel calcinarse. ─Dabi musitó aquellas palabras con el regreso de una divertida sonrisa. Los milicianos se miraron entre sí por aquellas palabas pero tan pronto volvieron a apuntar hacia los dos intrusos, Dabi alzó su brazo derecho con un gruñido de dolor, su mano liberó unas flamas azules hacia la multitud que tenía al frente. No se contuvo, no lo hizo en lo más mínimo, el metro cuadrado se vio inundado por las llamas y por ende los soldados recibieron el impacto de manera directa, el fuego calcinando su uniforme, después la piel.
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TIEMPO DE ADVERSIDADES |KiriBaku|
FanfictionEl mundo es cruel. Kirishima, híbrido dragón, exclavo de la humanidad, pierde el deseo de vivir poco a poco. Sin embargo, en el trascurso de su dolorosa experiencia, conoce una razón más para quierer sobrellevar su vida. Su nombre es lo más hermos...