|CAPÍTULO 15|

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PLACER





─Dime qué hacer, Bakugo, daré lo mejor de mí para... para-

─Siéntate en la cama, Kirishima.

Ante tal orden, el pelirrojo tragó saliva, una leve sonrisa se instaló en sus labios antes de asentir varias veces, tomó asiento en la cama con tranquilidad observando cómo Katsuki caminaba hacia él con el rostro serio, sin embargo, Ei podía admirar algo de emoción en aquellos silenciosos gestos adversos. Bakugo se colocó frente a él y tomó su rostro con determinación, ambos se miraron unos breves segundos que para Kirishima, parecieron eternos, Bakugo de verdad era una persona hermosa, sus ojos y muecas eran salvajes, eso no se negaba en ningún momento, pero era una belleza genuina y atrevida, tan interesante y cautivadora.

─Abre la boca. ─Señaló el cenizo mirando los labios de su ajeno con atención.

Kirishima obedeció, sus belfos se abrieron rápidamente y al hacerlo sintió cómo Bakugo empezaba a meter un dedo, acarició los colmillos, después la lengua, un hilo de saliva se deslizó por la comisura derecha de la boca y el rubio tragó con dureza.

─Saca tu lengua…

Al musitar aquello, Katsuki bajó su rostro al ajeno para acariciar la lengua de Eijirou con la suya, succionó de aquella sin hueso por breves momentos y la dejó ir segundos después. ─B-Bakugo…

─Shhh. ─De súbito, el rubio capturó la boca ajena en un beso, era un beso lento, pero con unas ansias inmensas, el sonido húmedo de sus bocas chocando hacían que el ronroneo en Eijirou comenzara a sonar, Bakugo jadeó, tratando de contenerse lo más posible pues temía a que el otro se sintiese demasiado abrumado. Sin embargo, para su gran sorpresa, Kirishima llevó las manos a su cintura, atreviéndose a acariciar por debajo de la fina tela, un gimoteo silencioso escapó de Katsuki al sentir aquellas garras deslizarse directamente por su piel, bien, qué más daba, al menos había intentado comportarse.

Sin poner algún filtro en sus acciones, Bakugo se separó con el rostro totalmente rojo, jamás entendería cómo aquel híbrido le había puesto de aquella manera sólo con unos simples besos, llevó las manos a la orilla de su camiseta y se despojó rápidamente de ella. ─Ahora… Quiero que tú-

Las palabras de Katsuki se dispersaron en el aire al sentir cómo el pelirrojo le acercaba a él nuevamente, el rubio chasqueó la lengua sintiendo la sangre subir a sus orejas pues Ei había comenzado a lamer su pecho.

─¡K-Kirishima espera! Mierda ¡Esto no-!

Eijirou soltó un gruñido frunciendo las cejas, su autocontrol se iba perdiendo con el transcurso de los minutos, la piel de Bakugo era hermosa, tan exquisita, era blanca y suave. Sintió cómo el otro trataba de separarlo, pero soltando un quejido, movió su cuerpo lo suficientemente rápido para estampar a Bakugo sobre la cama, Kirishima se colocó encima en un parpadeo dejando al rubio con una cara de total confusión. Maldita sea ¿En qué momento? ─¿Qué más debo hacer, Bakugo? ─Ei musitó aquello con algo más de impaciencia, dejando entrever su inestable y silenciosa excitación.

Bakugo, siguiendo algo aturdido por la tremenda velocidad del otro, miró desde su ángulo al ajeno deleitándose en secreto por aquella vista, las nuevas alas eran un toque especial, hacían ver a Kirishima con más poderío, se notaba tan llamativo y fuerte. ─Quítate la ropa, Kirishima.

El pelirrojo no tardó en acatar la orden, se retiró la camiseta, después los pantalones holgados y al final la ropa interior, Katsuki se levantó ligeramente gracias a sus codos y sonrió para sí mismo ante semejante vista, a su frente tenía un híbrido dragón, con la cabellera rojiza hacia abajo siendo dominado por una respiración agitada, las alas se movían ligeramente demostrando una actitud impaciente. Entre aquellas piernas había una erección bastante despierta, joder, Bakugo se sintió por un momento mareado. Se sintió egoísta.

TIEMPO DE ADVERSIDADES |KiriBaku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora