UN SENTIMIENTO
Habían pasado alrededor de tres semanas, el insólito frío de algunos días había desaparecido, sin embargo, en su lugar una abundante lluvia estaba presente casi todo el día. Ya que Kirishima estaba en el exterior, un leve resfriado atajó en su anatomía. Bakugo había estado todo el tiempo cuidando de él, algunas veces le traía comida de más, siempre le daba agua cuando Kirishima lo solicitaba y las heridas que por obligación tenía que hacer, estaban a conocimiento puro por parte de Eijirou, Katsuki le preparaba mentalmente antes de cortar algo de carne.
Por supuesto.
Todo aquello lo hacia en total incógnita, si alguien descubría que las reglas de AFO estaban siendo rotas por el mismísimo Bakugo, las cosas no terminarían nada bien. Aunque el rubio era bastante cuidadoso en sus actos, había algún par de inteligentes ojos observando a la lejanía.
Era de esperarse, después de todo, el tipo de gente que más habitaba no sólo en la mansión, sino en todo el pueblo, eran las personas cizañeras y soplonas.
De súbito, una semana después, la estadía de Ei cambió, lo habían trasladado a una de las jaulas dos pisos debajo de la mansión con los demás esclavos. Al parecer el experimento en el exterior había terminado. Eso le había agradado bastante a Katsuki, estar en el completo exterior era demasiado arriesgado, después de todo, tener un techo y una cama no estaba nada mal comparado con eso.
─¿Bakugo? ¿Estás ahí? ─Kirishima se acercó a los barrotes y buscó al otro con la mirada, relajó los ojos al notar la melena rubia a unos cuantos metros. ─¿Podrías venir aquí, por favor?
El rubio no escuchó las palabras de otro, sus ojos estaban fijados en la lejanía, pensando que tan alto podían estar los muros que rodeaban la mansión. Pensaba y pensaba ¿Será difícil cruzar? Tendré que, averiguarlo de algún modo.
Bakugo estaba algo perdido en sus pensamientos, había estado así por algunos días, y esque, no podía dejar de pensar en la extraña situación de todo aquello. Desconocía bastante, pero sabía que AFO tenía un médico personal realmente misterioso, casi nunca daba la cara y estaba ahí para tratar la rara enfermedad que el rey poseía. Había escuchado de otros soldados que era un médico lacerante, había terminado con la vida de muchos prisioneros solo con la estúpida escusa de experimentar para una evolución impresionante.
Idioteces, pensaba Bakugo.
Pero, por fin después de mucho tiempo habían capturado algo impresionante, y eso no era nadie más que Kirishima. Algunas veces habían venido con él a extraerle sangre, muestras de saliva o cabello. Claro que el hibrido se resistía, pero, para ellos la violencia lo era todo, Bakugo se tenía que tragar el coraje cuando Shigaraki u otro de los altos mandos, Touya, le golpeaban para que se dejase hacer lo que se requiriera.
Ya habían notado la increíble curación de Eijirou, y desde que eso había pasado, lo visitaban con más frecuencia. Algunas veces el pelirrojo terminaba tan agotado que ni siquiera podía levantar la cabeza. A ese paso, él moriría.
Pero no creo que quieran perder algo tan valioso...
─Bakugo... ─Kirishima le llamó en silencio de nuevo.
El rubio, quién reaccionó de súbito, tragó saliva mientras se acercaba al otro. Se colocó frente a él y sintió la mano ajena acariciar su rostro, Eijirou llevaba varias veces haciendo eso, deleitarse con el único soldado que le trataba bien, su ángel. ─Deberías dejar de hacer eso, Kirishima, tienes suerte de estar un poco más lejos de los otros prisioneros. Alguien ya nos hubiera visto.
Eijirou suspiró y acarició la oreja izquierda del otro con devoción. ─Eres bastante hermoso. No sabes cómo me sentiría si en algún momento dejara de verte o algo así. Y si llega a pasar, quisiera recordar cada parte de tu rostro, Bakugo.
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TIEMPO DE ADVERSIDADES |KiriBaku|
FanfictionEl mundo es cruel. Kirishima, híbrido dragón, exclavo de la humanidad, pierde el deseo de vivir poco a poco. Sin embargo, en el trascurso de su dolorosa experiencia, conoce una razón más para quierer sobrellevar su vida. Su nombre es lo más hermos...