Abril siempre ha estado enamorada de Franco, por eso cuanto este le propone fingir una relación decide aprovechar la oportunidad para conquistarlo. Lo que Abril no esperó fue que el arrogante y apuesto rival de su novio falso, se interpusiera en su...
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03. Un encuentro, una fiesta
✨Abril✨
Esa mañana cuando desperté y leí el mensaje de Eli, jamás imaginé a todo lo que iba a enfrentarme al presentarme al trabajo. La mujer frente a mí era el tipo de cliente del cual huía despavorida cada vez que mi tía insistía en enseñarme a como abordarlos. Nunca me interesó aprender a lidiar con clientes exigentes y poco amables, puesto, no contemplé encontrarme en la posición en la que me hallaba. Se suponía que ella iba a sanarse y a vivir muchos años, para quedarse conmigo y estar frente a su gran pasión, la tienda.
—Y esta es nuestra área de decoración —anunció Caro —. Helen está al tanto de su visita, una de las asistentes puede agendar una cita en el que caso de que ya tengan una fecha elegida —continuó explicando.
Aunque la voz de Caro era suave y pausada, la expresión de enfado era permanente en el rostro de la influencer, Lena Miller. Eli se encargó de averiguar todo sobre ella, sin embargo, aún no teníamos la certeza de que aquel fuera su nombre real. Las celebridades de internet buscan ser identificados por algo que suene atractivo, fresco y sofisticado, aquellas habían sido las palabras de Elizabeth, la cabeza de Brides Paradise hasta hacía poco.
—Hazme una cita para la otra semana —ordenó Lena, como si Caro trabajase para ella.
Con todo y lo mucho que me estaba irritando su actitud, nada me perturbó más que su novio. Su fuerte presencia me mantenía incómoda, alerta y vulnerable. Pese a haber intentado ignorarlo, no podía huir del todo de la sensación de sus ojos buscando los míos, ni de la densa energía que desprendía. El aire se sentía pesado gracias a él y su imponente lenguaje corporal que demostraba lo decidido que se hallaba a no dejarme escapar.
—Está bien, continuemos con el recorrido.
Todos seguimos a Caro quién les mostraba a ambos las distintas áreas y las personas a cargo, con el fin de que la pareja tuviera un trato privilegiado, algo que mi tía solía ofrecerle a sus clientes más distinguidos. Mi presencia obedecía a una absurda formalidad que no pude esquivar, ni soportar, pese a todo mi esfuerzo me hallaba tensa, tan rígida que mis movimientos eran torpes y lentos.
Todo era culpa del piloto egocéntrico y envidioso del que Franco me habló tanto que sentía conocer. Su forma de enfrentarme cuando nos quedamos solos en la oficina alteró mis nervios y mi respiración. De no haber sido por Caro regresando delante de Lena, tal vez, no habría encontrado la manera de salir en el aprieto en el que me hallé cuando sus palabras me hicieron recordar lo que pasó entre nosotros en Halloween.
¿Cómo diablos terminé besándolo aquella noche? ¿Por qué permití que me tocara de la forma en la que lo hizo? ¿Cómo no pude darme cuenta de que no se trataba de Franco? Me hacía las mismas preguntas cada vez que me encontraba en silencio y aún no hallaba una respuesta que me otorgara calma. La constante alteración que vivía gracias a ese asunto, se acentuó al verlo con su prometida. Me era imposible dejar de pensar que aquella noche, él le fue infiel a ella y yo fui partícipe de ello.
