Capítulo extra II

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Advertencia: Capítulo extremadamente largo (como les gusta 🤭) 

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Advertencia: Capítulo extremadamente largo (como les gusta 🤭) 

Gracias por llegar hasta aquí, este es un regalo para ustedes por todo el apoyo, espero les guste mucho ❤️

*En mi instagram (gracevdy_) dejé una ilustración bien linda de Christian y de Aby, al final del capítulo dejo un banner con info de como encontrarme en todas mis redes. 

Extra II: La fiesta de Christian y Aby 

✨Abril✨

Se suponía que estaba acostumbrada al caos a mi alrededor, al nerviosismo que zumbaba en el aire, y a la rapidez con la que parecía estar sucediendo todo. Había trabajado en cientos de bodas, tenía una amplia experiencia en la materia; sin embargo, nada me preparó para lo que estaba viviendo. No podía ponerle nombre a todas las emociones dentro de mi pecho. Era una mezcla de entusiasmo y alegría, que se manifestaba como un aleteo constante de mariposas, asentado en mi estómago.

Sumida en el silencio en el que estaba, me contemplé en el espejo, recordando todas las veces en las que mi tía habló de aquel instante que me hallaba viviendo. Solía decir que cuando llegase el momento de casarme, haría de aquella la mejor de sus bodas. Pensar en el brillo en sus ojos cada vez que tocó el tema, hizo que el peso de su ausencia fuese más grande. La extrañé más que nunca al ver el vestido que aún no me quitaba. Mi tía lo habría adorado, me sentía segura de ello.

—¿Aby, necesitas ayuda?

A través del reflejo observé a Mich, se hallaba recargada en el marco de la puerta, con el teléfono entre las manos y una sonrisa en los labios. Mis tres amigas estaban ahí para ayudarme a ponerme el segundo vestido de la noche. Aunque aún no me animaba del todo a quitarme el primero.

—No quiero quitármelo.

Mich soltó una pequeña risa al escucharme, y tras un breve momento dio un paso hacia el interior del vestidor. Como si intuyera que lo necesitaba, se detuvo a mi espalda, para darme un abrazo que tensó un poco mi garganta.

—Te ves preciosa, Aby. Pareces un ángel, como te llama Christian.

—Te quiero mucho, lo sabes, ¿cierto?

—Claro que lo sé, pero antes de que te pongas más sentimental, déjame ayudarte a cambiarte.

Mi breve risa sonó por encima de las voces que llegaban desde afuera, con los ojos llorosos volví a clavar la vista en el espejo porque verme vestida de novia me resultaba impresionante. Adoraba mi vestido, el ajustado corpiño que se ceñía a mi torso, tenía pequeñas perlas sobre el escote de mis pechos que lo hacían lucir delicado, y la espalda estaba hecha con transparencias. Pensé en mi tía al darle mis ideas al diseñador, en lo mucho que le habría gustado verme con un vestido así, femenino, grácil.

—Mi tía habría estado tan contenta hoy.

—Lo está, Aby. Donde sea que esté, debe de estar contenta por ti.

Fuimos momentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora